Crece la estructura del nuevo comedor de Ventanielles

El nuevo comedor del colegio de Ventanielles que servirá para evitar el traslado de los alumnos de Infantil cada día en autobús de una sede del centro a otra comienza a tomar forma en el barrio, donde ya se puede ver la estructura de chapa de acero montada y parte de su armazón metálico. Se trata de una demanda histórica de la comunidad educativa y que el equipo de gobierno ha logrado sacar adelante tras quedar desierta la obra hasta en dos ocasiones. Asciende a casi 590.000 euros y de acometer los trabajos se encarga la empresa Terra Ingenieros.

Fue en 2020 cuando se pretendía hacer una construcción modulada, con un plazo de ejecución de cinco meses, pero ninguna empresa se presentó al proceso. Una situación que obligó a cambiar el proyecto, apostando por una edificación más «convencional», según la definió entonces el equipo de gobierno, y con un precio de 470.000 euros. Sin embargo, corrió la misma suerte. La mesa de contratación declaró desierto el concurso. A la tercera fue la vencida tras duplicarse prácticamente el presupuesto inicial.

El nuevo edificio, que dará servicio a los alumnos del parvulario de Ventanielles, tendrá una superficie 200 metros cuadrados útiles y capacidad para ochenta niños. En el interior albergará una zona para instalar las mesas y sillas para el desayuno y la comida de los alumnos, un área de almacén, cocina y vestuarios para el personal. También contará con placas solares.

El colegio de Ventanielles se reparte entre dos sedes. Una al lado del Palacio de los Deportes, con clases para alumnos de tres y cuatro años. Los escolares de cinco a doce acuden a un edificio frente al cuartel de la Guardia Civil, el único con el servicio de comedor.

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