La demolición del puente de Ángel Cañedo llega al ecuador

La Unión Temporal de Empresas Taller de Urbanismo e Ingeniería y Obras Generales del Norte (Ogensa), adjudicataria del contrato, trabaja ya desde el lunes sin las restricciones al declararse la alerta por contaminación la semana pasada, activada el jueves y desactivada el sábado, ante los altos índices registrados en el medidor del Palacio de los Deportes.

Los trabajos se están realizando por fases y sin uso de explosivos, lo que agilizaría el proceso, por el entorno de protección de la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados y la cercanía de las viviendas. Una cizalla se encarga de ir desmantelando el puente. Tras eliminar la mitad, los operarios se encargan ahora de preparar los desvíos para comenzar a actuar dentro de dos semanas por el otro extremo, el más cercano a Los Prados y avanzar hacia la mediana, según informaron fuentes de la obra. La previsión es finalizar la demolición a principios de marzo.

La citada UTE acomete la actuación, cofinanciada con fondos Edusi, por 5,5 millones de euros. De forma paralela se avanza en la construcción de la nueva glorieta, que canalizará el tráfico de entrada y salida de Oviedo, permitiendo el acceso directo a Teatinos, La Tenderina y Ventanielles para facilitar la fluidez del tránsito peatonal y otro tipo de movilidad que dé continuidad a otros tramos del Bulevar y genere zonas verdes y corredores peatonales y ciclistas.

A relativa distancia, en dirección Gijón, el Grupo Vías también avanza en la construcción del Arpa de Santullano. Ya han colocado tres de las cinco enormes piezas que formarán el puente para unir las dos zonas de Guillén Lafuerza.