Detienen a un hombre con un cuchillo tras rajar las ruedas de quince coches en Oviedo

En plena madrugada del pasado domingo en Oviedo, al abrigo de la oscuridad, un hombre, armado con un cuchillo de 15 centímetros de hoja, rajó las ruedas de 15 vehículos estacionados en las inmediaciones del campo de fútbol Astur. Fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, pero no sin sobresaltos.

A las seis de la mañana, la sala Cimacc 091 recibió la llamada de un afectado –cuyo coche resultó con las cuatro ruedas rajadas– que requería presencia policial en el entorno del estadio Carlos Tartiere, en las calles Isidoro Lángara y Antonio Suárez 'Antón'. Según pudo saber este diario, un hombre estaba causando daños a los vehículos aparcados en la vía pública. El denunciante había tratado de impedirlo, pero recibió una respuesta «violenta»: el hombre esgrimió un cuchillo y le gritó: «Te voy a matar», declaró el testigo, que en el momento de los hechos paseaba con un amigo por la zona.

Tras la amenaza, atravesó el parque Asturcón, en dirección al depósito municipal, para acceder a un parking, donde cogió un vehículo Toyota, modelo Corolla. En ese preciso momento, fue localizado por los policías. Los agentes, tomando las debidas precauciones, se acercaron al coche, que se encontraba en movimiento y le ordenaron parar y apagar el motor. Lejos de ello, y haciendo caso omiso a las indicaciones de los agentes, continuó la marcha en dirección a estos, que para no ser embestidos sacaron el arma reglamentaria. El conductor, entonces sí, se detuvo, pero en todo momento ofreció «una gran resistencia, agarrándose al volante». Los policías tuvieron que sacarle del coche, quitándole previamente el cinturón de seguridad. Le leyeron sus derechos y fue detenido.

Tras el cacheo, localizaron en una rejilla de la entrada del aparcamiento el cuchillo con el que, presuntamente, dañó los vehículos y acababa de arrojar.

Una vez en dependencias policiales, los policías hicieron entrega del arma y de las llaves del Totoya. El hombre quedó detenido y pasó a los calabozos, donde solicitó –como así fue– ser visto por un médico y hacer una llamada. Con todo, siguió manteniendo un comportamiento violento y rompió la colchoneta de los calabozos, que quedó inservible. Una acción que capturaron las cámaras.

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