Dieciocho meses de prisión para los responsables de un club de Colloto

La vista oral, que no se llegó a celebrar al firmarse la conformidad, estaba prevista ayer a las diez y media de la mañana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Se dio la circunstancia que dos de los ya condenados tenían pendiente otro juicio, sin fecha señalada, por los mismos delitos, esto es, contra el derecho de las trabajadoras, presuntamente cometidos un año antes del caso que se iba a enjuiciar ayer. Se trata del propietario del local, que además está cumpliendo condena en la cárcel por otro delito contra la Salud Pública, y uno de los encargados, que según la Fiscalía realizaba tareas de vigilancia en el mismo club de alterne, ubicado en Colloto. La Fiscalía y las defensas de los dos acusados concertaron unificar las dos causas.

El Ministerio Fiscal pedía para estos dos procesados una pena de un año y nueve meses de cárcel respectivamente que se redujo a una pena de seis meses de prisión conmutada por una multa de 2.160 euros a cada uno.

En conclusión, al propietario del local se le impuso una pena de seis meses de prisión y una multa de 1.080 euros por el delito contra el derecho de los trabajadores cometido en 2015 y una multa de 2.160 euros por el mismo delito, pero de 2014. Esta misma pena se aplicó a uno de los encargados. El otro responsable, que solo fue juzgado por los delitos cometidos en 2015, ha sido condenado a seis meses de prisión y una multa de 1.080 euros. El local, para el que la Fiscalía había pedido su clausura por dos años, permanece cerrado desde hace tres.

Los hechos enjuiciados se destaparon la noche del 20 de agosto de 2015 a raíz de una inspección de trabajo realizada conjuntamente por miembros de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social junto con agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial. Durante la inspección al local, los investigadores comprobaron que en el establecimiento se encontraban trabajando catorce personas de las cuales solamente dos estaban dadas de alta en la Seguridad Social.

El resto, una camarera y once chicas de «alterne», como así calificó el escrito de Fiscalía, trabajaban en el club sin papeles.

El establecimiento, situado en Colloto, contaba con una licencia municipal de apertura como local de música amplificada, de hostelería y restauración pero se dedicaba a «actividades de alterne y prostitución», según Fiscalía.