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'Cecilia' y 'Celeste' en el Albergue de Animales. ALEX PIÑA

Doble abandono en la puerta del Albergue de Animales de La Bolgachina

Las hermanas 'Cecilia' y 'Celeste' buscan un nuevo hogar después de que su antiguo propietario las dejara atadas en la verja

ROSALÍA AGUDÍN

OVIEDO.

Jueves, 12 de septiembre 2019, 00:36

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Por desgracia, se está convirtiendo en una práctica frecuenta: el dueño de un perro acude hasta el Albergue de Animales de La Bolgachina, lo ata a la verja y se va sin avisar a los trabajadores del servicio municipal. Esto fue lo que ocurrió, de nuevo, a finales de agosto. Las instalaciones estaban abiertas cuando el propietario de 'Cecilia' y 'Celeste', nombres con los que han bautizado a dos hermanas de cinco meses, las abandonó. Ahora buscan familia.

Fue uno de los voluntarios del servicio -gestionado desde hace dos años por la clínica Quirós- quien vio a una de las perras cerca de la puerta. Eva Rodríguez, responsable de adopciones, pensaba que era un «perro suelto que estaba caminando junto a sus dueños» por La Bolgachina, pero pasados unos segundos se percató de que nadie lo recogía. Cuando se acercó a la verja, a esta la acompañaba su hermana. Ambas estaban atadas al portón con una cuerda y portaban dos pulseras de cordón de color verde.

El abandono no quedó registrado en la cámara de seguridad: «Cayó una rama de un árbol seco que hay de la puerta y se estropeó un cable. No fue hasta días después del abandono cuando se arregló la situación», señaló ayer Rodríguez. Buscan al propietario de los animales y piden a todas las personas que tengan algún dato de las dos perras que se lo comuniquen a ellos o lo pongan en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Mientras, 'Cecilia' y 'Celeste' buscan un nuevo hogar. Rodríguez las define como dos perras con un «carácter acorde a su corta edad» y «muy cariñosas, juguetonas y entusiastas».

Este no es el único abandono que ha habido en todo el verano. La trabajadora apunta que se han registrado «muchos» y una de las tónicas es que han sido a pares: «Recogimos, por ejemplo, a dos mastines en La Corredoria hace poco». Como punto positivo es que el ritmo de adopciones «ha sido mejor que el año pasado» porque muchos de los animales son de raza pequeña.

Los más grandes y viejos son los que más problemas tienen para encontrar una familia que los cuide con cariño.

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