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La grúa introduciendo en el depósito municipal un vehículo retirado en la calle. ALEX PIÑA
El extraño caso del concejal escondido tras unos árboles

El extraño caso del concejal escondido tras unos árboles

Ricardo Fernández se ocultó para pillar 'in fraganti' el desvío de coches del depósito de la grúa a un desguace y taller de La Manjoya

G. D. -R.

OVIEDO.

Domingo, 8 de julio 2018, 02:56

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Cuando estalló el escándalo de la 'tarjetas blue', en enero de 2017, el concejal de Seguridad, Ricardo Fernández, tras una rueda de prensa de casi una hora explicando porqué la Policía Local daba permisos para no pagar la zona azul o aparcar en zonas prohibidas a magistrados, cargos del PP, alcaldes de barrio o mandos de Policía Nacional, Guardia Civil o sus familiares, hizo un aparte para anunciar que había ordenado que los vehículos abandonados en el depósito de la grúa fueran vendidos en subasta pública. Hasta ese momento, aclaró, los turismos o motos que quedaban abandonadas en el depósito estaban al margen de la gestión municipal.

Parecía un asunto menor al lado de los privilegios para unos pocos, pero no era 'peccata minuta'. Solo en 2015, el último año con datos oficiales, el servicio de Grúa había declarado residuos sólidos y mandado a desguace 110 coches. De los 110 vehículos vendidos para chatarra o piezas, el Ayuntamiento no vio un euro. Tampoco de los 136 abandonados de 2010 o de los 167 de 2009, una media de 120 al año. Tan solo unas semanas antes, el concejal había firmado su primera destitución: la del inspector responsable del servicio de la Grúa, relevado por otro mando de la misma escala sin más justificación que «cambios en la estructura de la Policía Local y reasignaciones de funcionarios derivadas de la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT)», que ni siquiera estaba en vigor en aquella fecha.

Todo se entiende mejor ahora. Un funcionario relata que al conocer el extraño destino de los vehículos abandonados en el depósito, prácticamente todos eran arrastrados a un taller y desguace de La Manjoya con contrato con el Ayuntamiento, el concejal ordenó que no se sacasen ni uno más hasta que se licitara el contrato para su subasta. La orden fue directamente desobedecida, probablemente en el convencimiento de que el concejal no volvería a pisar el depósito en lo que quedaba de mandato. No le hizo falta, Ricardo Fernández, según la misma fuente se escondió detrás de los cipreses que cierran la entrada al mismo y al aparcamiento de La Argañosa y sorprendió a los funcionarios llevándose un turismo camino de La Manjoya.

Entre ello y la polémica retirada y después liberación sin sanción alguna del coche de la líder de Somos, Ana Taboada, la destitución del responsable del servicio de la Grúa, afín a José Manuel López, se produjo en las semanas siguientes en público y ya no más a escondidas.

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