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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Viernes, 9 de noviembre 2018, 01:16
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José María Richard Grandío, «el alma máter» del Centro Médico de Asturias, complejo sanitario que impulsó en los años setenta y del que fue consejero delegado, falleció ayer a los 85 años a consecuencia de una grave enfermedad. «Era una persona de palabra y trabajadora. Pasaba la mañana, la tarde y la noche en el hospital hasta que se puso enfermo. La primera vez que cogió una semana de vacaciones tenía 50 años», le recordó ayer su hijo, también llamado José María.
El primer trabajo de Richard, viudo de María del Carmen Rodríguez y que deja también huérfana una vía del callejero ovetense, fue en unos laboratorios en los años cincuenta. Después regentó la librería Universal, ubicada en la calle Gil de Jaz y especializada en asuntos médicos. Dado su éxito, abrieron tres delegaciones y una editorial. En el mundo de las Letras hizo grandes amigos dedicados a la Medicina y con ellos fundó la revista 'Medicina Asturiana'. Este mismo nombre fue el elegido por los socios para fundar la empresa que construyó el Centro Médico. «Tuvimos las primeras reuniones en 1972. Nuestra idea era hacer un hospital que contase con la tecnología más moderna y finalmente lo inauguramos el 10 de abril de 1978», apuntó ayer el doctor Fidel Asenso Fierro.
Compañeros de profesión y amigos ensalzaron ayer su figura. Coincidieron en destacar que era una persona «muy trabajadora», «emprendedora» y «con gran visión de futuro», le describió el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Ignacio Vidau. Asimismo, el doctor Jaime Martínez recordó que «sin él no hubiera sido posible todo lo que se hizo en el Centro Médico».
Las puertas de su despacho siempre permanecían abiertas, en una zona accesible de la planta baja del Centro Médico. Cuando el personal y los pacientes acudían a charlar con él «siempre recibía a todo el mundo. Aún hoy en día hay enfermos que recuerdan su buen trato», apuntó la encargada del área de Relaciones Humanas durante la primera fase, Mercedes Iglesias.
La especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial Mercedes Pérez destacó que era una persona «muy seria y serena» a la que no le gustaban los favoritismos. «No necesité padrino para entrar a trabajar en el hospital. Fue todo por méritos. En algunas conversaciones que compartí con él decía que no merecía la pena enfadarse ante las adversidades».
La dirección del Centro Médico de Asturias apuntó ayer en las redes sociales que toda la familia del centro «está de luto» por el fallecimiento de su promotor.
Ante los tiempos convulsos en los años ochenta en el Centro Médico, la mayor preocupación de Richard era que todos los trabajadores cobrasen su nómina. Su valor humano y su capacidad de trabajo le hicieron meritorio en 2006 de una calle en Oviedo, la que une el Centro Médico con Latores. El edil popular y exalcalde, Agustín Iglesias Caunedo, especificó que Richard era «una persona de los pies a la cabeza» que hizo del Centro Médico un «referente a nivel nacional».
El funeral se celebrará hoy, a las cinco de la tarde, en la parroquia de los Carmelitas, en la calle Santa Susana.
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