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ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Sábado, 15 de mayo 2021, 01:07
«Por La Ascensión cereces en Oviedo y trigu en León». El dicho es claro y en el más de siglo y medio que ... lleva celebrándose la tradicional feria que acerca el campo a la ciudad no se ha prestado a demasiados cambios. La Losa de Renfe volvió a lucir ayer, desde el mediodía, una estampa más parecida a la de la última primavera en la que pudo celebrarse la feria de La Ascensión, la de 2019. Sin ganado, ni pitas pintas u otras aves, ni gochos asturceltas, ni ovejas o cabras, pero con la «ilusión» y la «fuerza» de volver a ver mucha gente en la calle al mismo tiempo; eso sí, con mascarilla y distancias de seguridad. La primera gran cita al aire libre, en todo caso, que se celebra en Oviedo desde que la covid-19 entrase en nuestras vidas hace poco más de un año y que marcará la pauta de próximas citas. La principal, el Festival Internacional del Queso que llegará en noviembre.
Y es que el protagonista indiscutible de este año en las sesenta y seis casetas instaladas es el queso. «El 50% de los stands son de quesos», apuntó el alcalde del municipio, Alfredo Canteli, durante la inauguración de la cita, que se extenderá hasta mañana por la tarde. «Está muy bien enlazada con el festival que tendremos a finales de año». A su lado, la concejala de Festejos, Covadonga Díaz, celebró la mayor. «Estamos muy contentos de recuperar el calendario festivo de la ciudad, tenemos La Losa llena y es la primera prueba de fuego en exterior hacia la nueva normalidad».
La otra gran pata de esta Ascensión, el folclore. Ayer, la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo hizo lo honores de bienvenida tanto para las autoridades como para todos los presentes. Durante hoy y mañana, desfilarán por el escenario de la Losa, grupos de danza asturiana y cantares varios. El resto de stands, vinos, panes superlativos y otros productos de tierras cercanas y un poco más lejanas.
Una de las pequeñas productoras participantes, la propietaria de la bodega de vinos Las Danzas de Cangas, Carmen Martínez, agradeció este cierto regreso a la normalidad. «Hemos estado mucho tiempo sin poder acudir a ferias de ningún tipo y la verdad que ya estábamos ansiosos de poder salir a presentar el producto». Solo un problema, advirtió la productora, «es un fastidio que no podamos dar a probar el vino como en otros tiempos, pero las circunstancias son las que son». Una situación, matizó poco después Canteli, que es «un poco mejor que hace un año», aunque sin demasiado margen para confiarse. No en vano, el operativo de seguridad está reforzado en un 30% para controlar los accesos y con efectivos de la Policía de Barrio echando una mano. «Dentro de las posibilidades que teníamos y de las medidas que exigen las autoridades sanitarias, la feria está muy bien montada, hemos hecho todo lo que nos permitieron», resumió el regidor.
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Lo que sí lamentó Canteli fue lo que muchos de los presentes, la falta del clásico ganado o de «actividades infantiles». Eso sí, quiso animar a la gente «a que, por lo menos, disfrute». Y sobre todo, solicitó, «comportándose», pero «disfrutar de esta fiesta, que es muy emblemática en Oviedo y el año pasado nos quedamos sin ella. Ya estamos otra vez arrancando y esperemos que sea una fiesta esplendorosa». Repitió el argumento Díaz: «Nos hubiese gustado mucho más poder organizar un gran mercado Astur, pero esto es lo que se ha podido».
Los presentes; sin embargo, lo aprobaron con nota. «Da verdadero gusto volver a La Ascensión, teníamos unas ganas enormes», aseguró, al tiempo que adquiría un queso en uno de los puestos, Julián Suárez. «Muy bien y muy guapo todo, sí señor», declaró, más sintética, su mujer, Carmen Cenorio.
Otra de las peculiaridades de esta edición ha sido el gran número de debutantes tras los mostradores. «Es nuestra primera feria», señalaron los dueños de la quesería ecológica Asiegu especializada en Cabrales, Pablo Ruiz y Rocío Bueno. «Nos hacía falta algo así, por ver la alegría de la gente y también como productores, será un desahogo empezar a vender con un poco de normalidad».
Si todo sale a pedir del alcalde, este año será el último de La Ascensión en la Losa. El próximo se celebrará en el nuevo recinto ferial de La Florida. «El recinto, que será muy bonito, ya estará terminado y si la situación lo permite, allí estaremos». El proyecto, agregó, «está financiado» y listo para arrancar, y volvió a glosar sus dimensiones -en dinero, casi un millón de euros-: «casi 18.000 metros cuadrados de los que 8.000 son completamente llanos».
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