Las entrañas que hacen funcionar Vinjoy

El Centro de Desarrollo Comunitario y los Servicios Generales son el esfuerzo en la sombra que hace brillar a sus compañeros.

«Las áreas estructurales son el sistema que da soporte al conjunto de la formación tanto de los profesionales como de las personas usuarias», explica Laura Atienza, responsable del departamento de Evaluación, Calidad y Asuntos jurídicos. «En estas áreas recae el mantenimiento de las instalaciones y el que todo funcione», añade. A este fundamental grupo pertenecen un nutrido equipo de profesionales que, aunque no intervengan, forman también parte de la gran familia.

Carmen Viesca y Loli Álvarez son las encargadas de la limpieza y tienen ganado el cariño de los cientos de personas que pululan por la fundación. «Los usuarios colaboran mucho, saben que tienen que ayudarlas», cuenta Laura. Algo similar a lo que ocurre en la cafetería, donde los momentáneos clientes recogen las mesas y aligeran, aunque solo sea un poco, la mañana de Fuensanta Alonso.

A estas labores más visibles, se unen las que, entre papeles, llevan a cabo en las oficinas. En los despachos donde nace el sentimiento de comunidad que quieren transmitir en Vinjoy a sus usuarios. «Todo lo que tiene que ver con participación, voluntariado, desarrollo comunitario, así como trabajar porque haya un sentimiento de comunidad y porque existan espacios compartidos es nuestra misión», cuenta Isis González. Algo que para ella resulta sencillo cuando el equipo está comprometido y tiene claro su rol en este juego y los usuarios están allí porque es eso lo que quieren. «Aquí todo pasa por la voluntariedad, las puertas están abiertas siempre. No obligamos a nadie a estar aquí», destaca González.

Así, de esta férrea implicación compartida por el amplio grupo de profesionales que se esmeran entre bambalinas, se contagia cada día, inevitablemente, el puñado de trabajadores que lleva años saliendo a escena para interpretar una función diferente cada vez que se sube el telón.