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Graciela Ruiz Ortiz, en un campo de flores. E. C.
Graciela Ruiz Ortiz, el «segundo caso» de eutanasia en Asturias

Graciela Ruiz Ortiz, el «segundo caso» de eutanasia en Asturias

ELA-Principado solicita «ayuda y apoyo» para los enfermos: «No puede ser que se nos mueran antes de que se les valore o les llegue lo que necesitan»

A. ARCE

OVIEDO.

Viernes, 18 de febrero 2022, 01:18

La ovetense de 50 años Graciela Ruiz Ortiz falleció el martes en su casa rodeada de sus seres queridos tras siete años de intensa lucha contra la ELA (esclerosis lateral amiotrófica). El suyo, tal y como aseguró ayer su hermana Lucía a este diario, se trata del «segundo caso» del que se tiene constancia de eutanasia en Asturias. No se lo pensó dos veces. «El día siguiente a la entrada en vigor de la nueva ley (el pasado 25 de junio), pidió a su neurólogo que la ayudase a tramitar la solicitud». Tras eso, soportó casi siete meses de larga espera, encerrada en la «cárcel» que la enfermedad se había convertido para ella, pero al final lo logró: «Irse como ella quería».

Así lo explica Lucía Ruiz Ortiz, una de sus dos hermanas, que hoy acudirá a La Isla, en Colunga, para despedirla como a ella le hubiese gustado, «celebrando la muerte y no lamentándonos de ella, porque así eran sus creencias». Sus familiares y amigos se reunirán frente a la iglesia a las cinco de la tarde. Ya mañana, a la misma hora, se ofrecerá una misa en su honor en la iglesia ovetense de San Pedro de los Arcos.

Con ella, se ha ido una mujer que era «un ser de luz», recuerda su hermana. Una que «pudo valerse por sí misma, aunque con algo de ayuda, durante los tres primeros años de la enfermedad», aunque luego dejó de ser ella misma. Aun así, nunca perdió la sonrisa incansable que la caracterizaba. Amante del deporte, de viajar con su mochila al hombro (había vivido en Londres, Italia y, más recientemente, en Ibiza), tras el diagnóstico, en 2015, su vida cambió. «Sufrimos un shock y, al principio, no se lo contamos a nadie, tampoco a nuestros padres», que ya habían perdido a un hijo pequeño años atrás -también a otra hija de muerte súbita el año pasado-.

Cuando comentó a sus hermanas su intención de recibir la eutanasia, continuó Ruiz Ortiz, «la entendimos; nadie querría vivir en una cárcel como esa». Sus progenitores, no tanto, «ellos tenían la esperanza de que pudiese aparecer una cura, pero todos la apoyamos y estuvimos con ella». Eso sí, sostuvo, durante las celebraciones de hoy y mañana, «ella no querría a nadie de luto ni flores». En todo caso, «donaciones a la investigación contra la ELA».

Falta hacen. De los 120 casos confirmados en Asturias de esta enfermedad, 17 se encuentran en Oviedo, y lo que requieren, afirmó después la presidenta de ELA-Principado, María José Álvarez, es «ayuda y apoyo». «El Estado debe ayudar a estos enfermos a morir cuando lo decidan, pero también a tener ganas de vivir. No puede ser que algunos se nos mueran antes de las valoraciones o de que les llegue lo que necesitan», criticó. No en vano, las aportaciones «no cubren los gastos de estos enfermos». Además de las de la consejería, también participan los ayuntamientos (el de Oviedo aportó 2.000 euros en 2021). Eso, y camas. «No puede ser que el Credine (hospital de neurológicos de Barros) no esté funcionando para lo que tiene que funcionar».

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