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La práctica totalidad de las paredes del centro histórico están pintandas. ALEX PIÑA
Los grafitis «inundan» las calles de El Antiguo, en Oviedo, un año después de su limpieza

Los grafitis «inundan» las calles de El Antiguo, en Oviedo, un año después de su limpieza

El equipo de gobierno posterga su limpieza al futuro desarrollo de un plan de mejora del casco histórico

rosalía agudín

Martes, 30 de julio 2019, 02:04

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El Oviedo Antiguo vuelve a estar «inundado» de grafitis un año después de su última limpieza en profundidad, denuncian los vecinos. Urgen al Ayuntamiento su limpieza y más medidas de seguridad, pero los planes que tiene el nuevo equipo de gobierno son a largo plazo. Fuentes del Partido Popular apuntaron ayer que en el «futuro» se realizará un plan de mejora de la zona en el que se contemplará esta medida.

Fue en abril del año pasado cuando los operarios de la empresa Imesapi comenzaron a eliminar los grafitis del casco histórico, un trabajo que duró varios meses. Tras una inversión de 60.000 euros, eliminaron 175 pintadas. Los grafiteros respetaron paredes y fachadas durante dos meses, pero en mitad del verano volvieron a dejar su sello. Empezaron en la calle Regla y durante el resto del año han actuado por todo El Antiguo.

Entre las pintadas, a la entrada de la calle El Fuero hay una petición de «libertad» para los detenidos en Alsasua por la agresión a dos guardias civiles y a sus parejas en 2016. También hay otra que pide a la gente que «vote» en las elecciones; además de las típicas firmas y declaraciones de amor.

Dice el presidente de la asociación vecinal del Oviedo Antiguo, Juan García, que si no se realizan ya las oportunas labores de mantenimiento, el Oviedo Antiguo volverá a estar, en pocas semanas, exactamente igual que antes de la limpieza. Las calles Salsipuedes y San Isidoro son las que más pintadas tienen, asegura. «No es ninguna sorpresa que haya grafitis. Yo ya advertí a los concejales que las labores de limpieza eran una libreta nueva para estos salvajes», apuntó ayer.

Para hacerles frente, exigió más medidas de seguridad. Esta opción es, según su punto de vista, la única que atajará este problema de raíz: «Necesitamos la instalación de cámaras de seguridad para identificarles y después que sean estos vándalos quienes las limpien», añadió mientras paseaba por la calle Postigo Alto, otra de las vías que 'gusta' a los grafiteros. «No respetan nada. Les da igual que sean edificios privados que públicos. Mi comunidad tuvo que pagar la limpieza de unos grafitis. Nos costó mucho dinero».

El presidente de la asociación vecinal Oviedo Redondo, Manuel Almeida, exige por su parte la realización de «labores de mantenimiento». Lleva pidiéndolas desde hace un año, sin éxito, dice. «La actuación que se hizo fue muy buena aunque si no se cuida volvemos a lo mismo». Oviedo no es la única ciudad de España que sufre esta plaga: «Estas pintadas son una porquería pero son tendencia. Puede que la solución sea darles una zona para que la puedan utilizar», propone.

Esta idea no es nueva. La puso encima de la mesa la exedil de Infraestructuras y Servicios Básicos, Ana Rivas, pero no se llegó a llevar a cabo.

Lo que sí funciona es el festival de murales Parees, que se volverá a celebrar en septiembre, y que gana cada vez más adeptos. Al turista parisino Gabriel Simos, «aficionado a los grafitis», le gusta el certamen, al contrario de las pintadas que hay en el Oviedo Antiguo, porque el único fin de su realización, dice, es «pintar» las paredes. «En otros países puedes ver dibujos muy buenos, pero las pintadas de aquí no tienen ningún estilo», agrega. Asimismo, Anaev Pontón y Nathalie Tiessier, de Bruselas, apuntan que esta moda «degrada» las fachadas de los inmuebles. «Estas firmas no son guapas. Las hace alguien que está marcando un territorio».

Los ovetenses también se oponen a esta 'moda'. Julio Quesada apuntó que debe de ser la Policía Local quienes cojan a los vándalos y les obligan a limpiarlas. «El Antiguo está lleno de grafitis y yo padecí este problema. Pintaron la entrada de mi casa y a pesar de que lo denuncié a la Guardia Civil tuve que pagar yo la limpieza». Margarita Fernández añade que este problema no solo se da en el «casco histórico, sino que el resto de barrios» también sufre las pintadas. Exige una solución al Ayuntamiento. Pero este vincula la limpieza de las pintadas en El Antiguo a un plan de mejora global, que no es inminente.

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