Secciones
Servicios
Destacamos
CECILIA PÉREZ
OVIEDO.
Jueves, 1 de enero 1970
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
«Un golpe fortuito», así definió el responsable de la obra el susto que ayer se llevaron dos de los obreros que trabajan en el encofrado de los cimientos de un edificio de viviendas en Prado de La Vega. Un «trozo de tierra» cayó sobre uno de ellos, mientras que su compañero resbaló desde un montículo por el desplazamiento de tierra, produciéndoles heridas de diferente consideración. El que se llevó la peor parte resultó herido en una pierna y el más leve, en la clavícula.
El suceso tuvo lugar a la una, frente al colegio de La Corredoria, en la calle El Cortijo. Según fuentes de Seguridad Ciudadana, la causa del desprendimiento se debió a que una excavadora estaba retirando un poco de tierra en la zona. Esto, junto con la intensa lluvia caída ayer durante la mañana, hizo que parte del terreno se desprendiera «con la mala suerte», precisó el responsable, de caer sobre la pierna de uno de los trabajadores que realizaba el encofrado de los cimientos del edificio. «Cayó un trozo de tierra con arcilla y piedras que podría pesar unos cincuenta kilos», explicó el encargado de la obra. Lo describió como «una laja de barro de un metro de largo y treinta centímetros de altura». El desprendimiento provocó que el otro trabajador, que se encontraba encima del montículo, resbalara y se cayera lesionándose en la clavícula.
Los primeros en ayudar a los obreros heridos fueron sus propios compañeros, que los sacaron del lodazal en el que se encontraban aunque en ningún momento quedaron sepultados.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Oviedo. Ellos fueron los encargados de prestar los primeros auxilios hasta la inmediata llegada de los efectivos sanitarios. También comprobaron y confirmaron que la zona era segura y que no había riesgo de que se reprodujera el suceso.
La zona donde actualmente se encuentran trabajando los obreros de la empresa constructora es un socavón de unos cinco metros de profundidad que deben encofrar para proceder a asentar los cimientos del edificio que se proyecta construir, una nueva fase de la urbanización de Prados de La Vega, justo en frente del colegio público de La Corredoria.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.