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Núñez Feijóo recibe el diploma de manos de Fernández Quevedo en presencia de De Lorenzo y Sánchez Ramos.

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Núñez Feijóo recibe el diploma de manos de Fernández Quevedo en presencia de De Lorenzo y Sánchez Ramos. HUGO ÁLVAREZ

«Es un honor que me distingan los gallegos en Asturias», agradece Feijóo

El máximo dirigente de la Xunta recibe la insignia de oro y el título de presidente de honor del Día de Galicia en Asturias en un acto en el Auditorio

DANIEL LUMBRERAS

OVIEDO.

Lunes, 18 de septiembre 2017, 01:50

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El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se convirtió ayer en presidente de honor de la Asociación Día de Galicia en Asturias, en un acto celebrado en el Auditorio. «Gran ambiente aquí en Uviéu», comentó antes de entrar en la Sala de Cámara. «Tenemos unos 23.000 gallegos en Asturias, que me distingan para mí es un honor. No hay mucha diferencia, el Eo, la autovía del Cantábrico, el mar y las costumbres nos unen», indicó.

«No conozco a ningún gallego que no se sienta como en casa en Asturias», afirmó el presidente. De Oviedo, que conocía por familiares que residieron aquí, destacó que «es una de las ciudades más hermosas de Europa» y «muy limpia», lejos de la urbe «gris y oscura» de su niñez.

Feijóo recibió una insignia de oro y brillantes del presidente de la asociación, Manuel Fernández Quevedo, paisano suyo de Loureiro (Ourense), quien le dedicó unas amables palabras: «Sigue siendo una persona humilde, que ha preferido seguir trabajando por su tierra». También le agradeció su contribución para incrementar «la riqueza de Galicia» y que muestre que «se puede amar el gallego sin imponerlo».

«Tenemos mucho que aprender de los asturianos, cuidan los pueblos, las casas y el paisaje mejor que nosotros», aseguró. Y, no por nada, «la primera novia que tuve era de Asturias», añadió Feijóo, pícaro. Hubo risas entre el público cuando empezó a departir de gastronomía. Elogió el arroz con leche y la compota y terminó diciendo que «el animal de compañía más importante para un gallego es un pulpo».

En la mesa presidencial estuvieron asimismo el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo; el concejal de Cultura, Roberto Sánchez, y la de Atención a las Personas, Marisa Ponga, quien destacó que a gallegos y asturianos «son más cosas las que nos unen que las que nos separan», como «el legado de la emigración» y las tradiciones.

Al final de su discurso y antes, con los medios, Feijóo esbozó los retos comunes en los que Asturias y Galicia deben colaborar, como el 'invierno demográfico', el envejecimiento de la población y la dificultad de llevar servicios públicos a las localidades pequeñas y dispersas. «Tener una geografía accidentada no significa que no tengamos derecho a infraestructuras, o que las tengamos treinta años después que los demás», concluyó el dirigente.

Al acto acudieron también diputados del PP, como Mercedes Fernández; los portavoces municipales de la oposición (Agustín Iglesias Caunedo y Luis Pacho) y personalidades como el peluquero Ramiro y el presidente del Centro Asturiano, Alfredo Canteli. Como colofón, Lucía Pérez interpretó los himnos de Asturias, acompañada por Tina Gutiérrez, y de Galicia.

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