La jueza prohibe la entrada en Oviedo del hombre que maltrató a su familia durante años

R. M. R., el hombre que aceptó hace tres días una pena de dos años de prisión por maltratar durante más de una década a su pareja y sus dos hijos, uno de ellos en común, no podrá pisar la ciudad de Oviedo. Así lo ha ordenado la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo en funciones de guardia después de que este quebrantase ayer, presuntamente, la orden de alejamiento de 500 metros que le impuso la magistrada del Penal 2 el martes para acudir al lugar de trabajo de Cristian García, el joven de 23 años que vivió junto a su madre y su hermano en el domicilio del maltratador hasta 2017.

En ese sentido, es la segunda vez que el procesado esquiva la cárcel. Hace tres días, y de conformidad, al no tener antecedentes aceptó el pago de una indemnización de 10.000 euros (6.000 para la mujer y 2.000 para cada hijo) y la privación de la patria potestad del hijo menor, común con la mujer maltratada. Ayer; sin embargo, en sede judicial negó los hechos de los que le había denunciado García ante la Policía Nacional un día atrás. R. M. R. pasó la noche en los calabozos de la comisaría, fue detenido ayer pasadas las 11 de la mañana tras tomarse una cerveza «con toda tranquilidad» en el establecimiento hostelero en el que trabaja el joven cuando este comenzaba su turno.

El maltratador confeso, cuando García llegó al local, ya había pagado la consumición y pocos minutos después de verle se fue de allí en dirección a la Losa de Renfe. «Se quedó mirándome, intimidándome, quería que supiera que sigue ahí», había narrado el joven, que se encerró en la cocina y llamó directamente a la Policía Nacional cuando lo vio en el bar.

«Nos sentimos desprotegidos y tenemos miedo. ¿Quién me dice a mí que este hombre que ayer se presentó en mi lugar de trabajo no lo va a volver a hacer cualquier otro día?», se preguntó García a la salida de los Juzgados. «Quiero ser libre y vivir tranquilamente con mi familia, con mi mujer y mi hija de un año sin tener que mirar para atrás continuamente», ha sentenciado.