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El coso, cubierto de maleza, en una imagen de marzo. P. LORENZANA
El antes y después de la plaza de toros de Oviedo

El antes y después de la plaza de toros de Oviedo

Canteli señaló la recuperación del edificio como recinto multiusos como una de las prioridades de su gobierno | El Ayuntamiento desbroza el albero del coso cerrado desde 2007 por ruina

G. D. -R.

OVIEDO.

Viernes, 23 de agosto 2019, 09:51

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Operarios de la contrata municpal de Parques y Jardines realizaron ayer una limpieza en profundidad del albero de la plaza de toros de Buenavista. La arena quedó despejada de los árboles, arbustos y herbáceas que cubrían el ruedo y que han dado lugar a decenas de quejas por el abandono de un inmueble para el que hay muchos planes pero ninguna realidad. Fueron necesarios tres camiones, que salieron por la puerta grande, para sacar todos los restos vegetales tras el desbroce, que se limitó tan solo al ruedo y que se espera completar hoy a lo largo de la mañana. Porque a lo largo de la última década, la vegetación no solo ha echado raíces en la arena taurina, sino que árboles y arbustos han ido colonizando y las grietas y acúmulos de materia de los vomitorios, la grada y los tenidos.

Limpiar la plaza de hierba y escayos mejora su aspecto, pero no arregla el problema de fondo. El coso lleva clausurado desde 2007, cuando un informe municipal alertó del riesgo de desplome del graderío alto, un añadido de los años 50 de ínfima calidad constructiva y los intentos del Ayuntamiento por recuperar el edificio como pabellón polivalente han chocado con la negativa del consejo de Patrimonio. Bajo el mandato de Caunedo, el Consistorio presentó un plan director que en una primera fase, eliminaba ese graderío alto para permitir la reapertura del inmueble, aunque con el aforo reducido a 6.000 personas, y en las siguientes avanzaba hasta dotar a la plaza de aparcamiento, recuperar la capacidad, nuevos edificios de servicios y una cubierta.

El consejo de Patrimonio rechazó el plan director sin muchos miramientos. Al Ayuntamiento, que entendía que al menos la primera fase -el derribo del tenido ruinoso, para permitir la reapertura- era autorizable, le sentó como un tiro. Tampoco funcionó cuando el Gobierno regional sugirió en público al Ayuntamiento que solicitase su descatalogación como BIC para poder actuar. El Ayuntamiento defendió y probó que lo que hay en Buenavista es apenas un fantasma de la obra original de Juan Miguel de la Guardia, que ardió casi hasta los cimientos varias veces a lo largo de su historia. Patrimonio contrapuso que lo que se preservaba era el modelo y su valor histórico como arquitectura burguesa del XIX.

Nuevos planes

El pasado mandato, Wenceslao López, pactó incluir la recuperación de la plaza -así, en general, sin una sola concrección de usos o proyecto- en la primera fase del proyecto de El Cristo-Buenavista y anunció que rebajaría su protección (monumental) en el Catálogo. Nueva Corporación, mismas intenciones. El alcalde, Alfredo Canteli, anunció hace dos meses que la recuperación de la plaza como «recinto multiusos» era una de sus prioridades para un recinto «totalmente abandonado por la anterior Corporación». De momento, desbroce.

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