Borrar
Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
Juan Rico con un ejemplar de '¿A qué hora viene papá?'. ALEX PIÑA
«La muerte de mi hijo fue su último regalo»

«La muerte de mi hijo fue su último regalo»

Juan Rico comparte con '¿A qué hora llega papá?' la lucha de su familia contra el cáncer | La obra es un viaje desde el diagnóstico de la enfermedad hasta el fallecimiento del joven por un sarcoma de Ewing el 26 de diciembre de 2014

CECILIA PÉREZ

OVIEDO.

Viernes, 24 de noviembre 2017, 01:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Cuando a tu hijo le diagnostican una enfermedad te cambia el orden de prioridades. Cuando se muere, ya ni importan». A Juan Rico las prioridades le dejaron de importar el 26 de diciembre de 2014. Su hijo, Guillermo, falleció ese día con 18 años, tras un lucha de dos años contra un sarcoma de Ewing. Un tipo de cáncer infantil, muy agresivo, que afecta a los huesos. Su historia la comparte ahora en un libro que lleva por título '¿A qué hora llega papá?'.

Tras la rabia, la impotencia y el dolor inmenso e inconsolable que supone la pérdida de un hijo, Rico y su familia tuvieron que aprender a vivir sin Guille. Una lección, dura, que este padre transformó en literatura de mano de la asociación Kurere, una plataforma social que da visibilidad a las personas que sufren algún tipo de adversidad. «Cuando entré en contacto con Kurere me propusieron que escribiese mi testimonio. Lo hice y hoy ese relato es el epílogo del libro», explica este profesor del colegio Santa María del Naranco.

Un relato sin dramatismos

«Cuando murió Guillermo nos dejó llenos de paz pero en completo desorden»

El autor resume el libro como «una historia de amor entre cuatro personas»: él, su mujer, su hija y Guille. Una historia que comenzó en 2012 tras el regreso de Guillermo de una estancia en Estados Unidos. «Llegó tan crecido. Cuando salió del avión le vi tan guapo...», recuerda su padre. Al poco tiempo un dolor en una pierna que no remitía sembró la alarma. Comenzaron las pruebas, las visitas a los especialistas y el diagnóstico aterrador: «Fue un viernes de septiembre cuando nos comunicaron el resultado. Guille sufría un sarcoma de Ewing en la pierna izquierda».

Ahí comenzó la lucha de esta familia en general y de Guille en particular. «Recibió el diagnóstico con serenidad. Luego lloró todo lo que tenía que llorar».

Porque lloros hubo muchos en esta historia pero '¿A qué hora llega papá?' no es un relato dramático. El libro es un viaje a través de la enfermedad, con sus luces y sombras, en las que abundan las anécdotas y el amor por la vida, a pesar del fatal desenlace. «La ilusión de Guille era sacarse el carné de conducir. Al examen fue cojeando, todo calvín debido a la quimioterapia, pero aprobó a la primera», recuerda su padre. «Le compramos un coche. En él era libre, no se notaba que estaba enfermo. Un día fuimos hasta un centro comercial, él conducía. Cuando llegamos me dijo 'por qué no vamos hasta la Concha de Artedo' y fuimos. Allí me propuso ir hasta Ribadeo a cenar una pizza y hasta allí nos fuimos». De esa noche, Juan Rico guarda la fotografía que inmortalizó ese momento. Es una de las veintiséis historias que recoge el libro que debe su título a un día en el que su hijo no dejaba de preguntar a su madre «'¿cuándo viene papá de trabajar?'».

Una historia que sirvió de aprendizaje a una familia, el más duro: aprender a vivir sin un hijo, sin un hermano. Tal fue la lección que su padre asegura que la muerte de Guillermo «fue un regalo, su último regalo» porque ocurrió en plenas fiestas navideñas. «Pasamos las navidades en el hospital, las vivimos intensamente, de verdad, en la habitación de mi hijo. Cuando murió nos dejó llenos de paz pero en un completo desorden», resume este hombre que guarda como el mayor de sus tesoros un avión de papel que su hijo le lanzó desde la ventana del hospital en uno de los muchos ingresos que sufrió y en el que permaneció aislado durante un mes. Ese avión protagoniza la portada del libro, cuyos beneficios van íntegramente a la Asociación Galbán, a la Fundación Pequeño Deseo, a la Asociación Española de Trasplantados y a la asociación Kurere.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios