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Juan Carlos ABAD
Sábado, 14 de abril 2018, 19:19
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Emocionados y con los motores encendidos al paso del cortejo fúnebre, 250 motociclistas han acudido a acompañar a la familia de Mario Ramos durante el funeral que se ha celebrado esta tarde en la parroquia de San Juan Bautista de La Corredoria.
Una iglesia que quedó pequeña para otras tantas personas que quisieron dar el último adiós al joven de 25 años que perdió la vida el pasado jueves en un accidente de tráfico en Villaviciosa mientras disfrutaba de una ruta en moto junto a otros dos amigos.
En un servicio religioso breve, en el que la familia también ha estado acompañada de vecinos del barrio y compañeros de instituto y trabajo de Mario, la muestras de dolor no han encontraban consuelo ante la desgracia. Antes de finalizar la misa, una de las primas del joven ha tomado la palabra para recordar al fallecido. «Desde pequeño se notaba que era alguien especial. A todo el mundo le apena. A mís tíos les digo que sepan que es muy duro pero que vamos a estar con ellos».
Tras el funeral, los compañeros del club Asturguardianes han escoltado el féretro en sus monturas de vuelta al tanatorio donde está previsto el cuerpo del joven sea incinerado.
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