El número de apartamentos turísticos se duplica en un año
El PSOE contabiliza 3.334 plazas registradas en la capital en marzo, 1.793 más que en 2023, y exige que no se concedan más licencias en doce meses
En marzo de 2023 había registradas en Oviedo 1.541 viviendas de uso turístico; un año después son 3.334. Con estos datos se presentaron ... los concejales socialistas Jorge García Monsalve y Juan Álvarez Areces a la rueda de prensa que protagonizaron ayer en el Ayuntamiento para pedir al equipo de gobierno que asuma sus competencias y regule esta actividad económica que está expulsando a la gente del Oviedo Antiguo y dejando al casco histórico como «un escenario vacío y sin alma». ¿Cómo? Suspendiendo durante todo un año las licencias para este tipo de pisos y que en estos doce meses «se puedan regular las que están en una situación ilegal».
La intervención de García Monsalve comenzó con un reproche al alcalde, Alfredo Canteli, por declarar recientemente «que el auge de los pisos turísticos no es un problema en Oviedo» y que esta competencia es exclusiva del Principado. «Sin embargo, el Ayuntamiento no puede continuar haciendo una dejadez de funciones y tienen que tomar cartas en el asunto» porque los ovetenses son los que se están viendo afectados.
En palabras de Álvarez, cuando un vecino va a pedir una licencia para transformar su piso en turístico, lo que le contestan es que «no existe un planeamiento que distinga» los usos residenciales de los de alojamientos. Esta situación está provocando que no exista un control y que se incrementen sin cesar los alquileres vacacionales. La consecuencia directa, «que la gente destine una gran cantidad de su sueldo» para pagar la renta, dado que los pocos pisos que quedan para el alquiler convencional no paran de subir de precio. «Estamos expulsando a la gente del acceso a una vivienda asequible; no nos oponemos a que existan este tipo de viviendas, pero han de ser reguladas», destacó el edil.
Otro de los sectores perjudicados, subrayó Álvarez Areces, es la Universidad de Oviedo, que «pretende atraer estudiantes, pero esta situación supone un empeoramiento del atractivo» de la capital. «También se pueden ver afectados los cursos MIR porque si la oferta de residencia se restringe para sus alumnos, optarán por otras ciudades», aventuró.
Por todo ello exigieron la redacción de un reglamento que controle de una vez por todas las viviendas de uso turístico y que se legalicen las ya existentes.
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