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Edificio okupado en Oviedo. E. C.
Okupas «profesionales» toman un edificio de trece viviendas en Oviedo

Okupas «profesionales» toman un edificio de trece viviendas en Oviedo

Una decena de personas, incluida una niña de corta edad, se instalan en el inmueble, que está en venta por orden de un administrador concursal

G. D. -R.

OVIEDO.

Martes, 2 de marzo 2021, 01:08

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Una decena de personas, incluida al menos una niña de corta edad, han okupado un edificio entero, rehabilitado, con trece viviendas y en venta en pleno casco antiguo. «Iba con unos clientes a enseñar el inmueble y no pudimos entrar. Habían cambiado el bombín del portal», explica Diego Salinas, socio de Ático10, la inmobiliaria que gestiona la venta del número 2 de la calle Máximo y Fromestano.

El asunto está en manos de la Policía. Tanto la Local como la Nacional trabajan para identificar a los okupas, aunque, de momento, no pueden actuar en el predio sin la pertinente autorización judicial. «Son profesionales, esto no lo habíamos visto nunca en Oviedo y creo que ni en Asturias», explica un agente, que destaca que «parecen gente normal, no se ajustan al perfil de otras situaciones». No se trata de personas sin recursos o en riesgo de exclusión que hayan tomado como suya una vivienda fuera de ordenación y pendiente de derribo, como el reciente caso de La Tenderina con dos menores sin escolarizar, o una casa descuidada en un pueblo de veraneo: «¡Si hasta han colgado cuadros y fotos suyas en las paredes!», exclama este agente.

También «han metido muebles, estufas y bombonas de butano», añade Javier Merino, socio de Salinas en Ático10, preocupado a su vez porque los okupas han trampeado la instalación eléctrica para disponer de suministro y suponen que habrán hecho lo mismo «con el agua». Lo de la luz es comprobable: «Las encienden al caer la tarde en los pisos. Nosotros lo teníamos solo con luz de obra en las zonas comunes», aclara. Por las ventanas, sale música y se escucha trajín en una cocina.

¿Un chivatazo?

Los investigadores sospechan que puede tratarse de lo que llaman «okupas profesionales», que, tal vez, recibieron un aviso de la complicada situación legal del edificio. El número 2 de la calle Máximo y Fromestano fue rehabilitado en 2006 y es propiedad de una empresa radicada Madrid. La firma, sin embargo, cayó en concurso de acreedores y es administrada judicialmente desde un despacho de Valencia, que ha ordenado la venta de los activos de la sociedad en varios puntos de España para hacer frente a las deudas. «Teníamos bastante interés, gente interesada en comprar el edificio entero y clientes con la hipoteca para firmar. Es un edificio atractivo para el alquiler vacacional por su ubicación y distribución», trece viviendas, algunas en dúplex, de una única habitación, explica Merino. «Ahora, toca esperar». Esperar a que el administrador judicial presente una demanda de desahucio y a que el juzgado dicte el lanzamiento. «No sabemos cómo dejarán el edificio», advierte.

En el confinamiento

La fecha exacta en la que entraron en el inmueble y tomaron posesión del mismo es desconocida. Salinas la sitúa «justo cuando aplicaron el toque de queda y las restricciones en enero; debieron aprovechar que no había nadie por la calle para abrir, cambiar el bombín e instalarse».

En el edificio, «ya habían entrado hace años, pero para llevarse todo lo que encontraron de valor: metales, cables...». En noviembre pasado, con permiso del administrador, se le dio un lavado de cara y se hizo una limpieza completa, ahora los indeseados ocupantes «están amueblando la segunda planta». «Se tiran las llaves por la ventana», explica un agente, «con lo que no sabemos si se meterá más gente en otros pisos o son un grupo cerrado».

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