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La familia Núñez Iglesias, ayer, durante la comida enla calle del barrio de Otero. FOTOS: PABLO NOSTI

Otero se hermana y se divierte

Comida en la calle. Ochocientos vecinos y amigos comparten mantel en la calle Melchor García Sampedro para disfrutar de la soleada jornada

Lunes, 29 de julio 2024, 02:00

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Hermanados y divertidos. Más de ochocientas personas llenaron ayer de mesas y sidras la calle Melchor García Sampedro para participar de una comida al aire libre que organizó la Asociación de Vecinos Otero Norte con el fin de buscar el hermanamiento de la gente y «ayudar un poco al comercio y la hostelería del barrio, que está algo deprimido», explicó a pie de calle Gonzalo García, portavoz del colectivo.

Eran las doce de la mañana cuando la Policía Local cortó el tráfico en la zona de Otero de la calle Melchor García Sampedro –vía en honor del primer santo asturiano, también conocido como San Melchor de Quirós, canonizado que fue martirizado y ejecutado en Vietnam mientras ejercía como misionero a mediados del siglo XVIII–, para que los vecinos pudieran instalar las mesas y sillas a lo largo de la larga calle hasta completar ese aforo de unas ochocientas personas que bajaron desde sus casas, en algunos casos, o trajeron desde fuera del barrio, e incluso de Oviedo, en otros, las viandas preparadas. En su mayoría empanada, jamón cocido con patatas, escalopines con y sin salsa de cabrales, tortillas de todos los tipos y sabores inimaginables, embutido, mucha sidra, vino y cerveza. Todo ello amenizado por al Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo, que se encargó de marcar el inicio de la fiesta y por la charanga Menudos Notas de Avilés, cuyo presidente y tesorera, Javier Suárez Arnáiz y Sara Hanaly, respectivamente, explicaron que «a las doce empezamos y estuvimos tocando hasta las dos, luego haremos un segundo pase de cuatro a seis de la tarde», hora en la que se tuvo que abrir de nuevo la calle al tráfico rodado.

A lo largo de la calle las mesas corridas se sucedían en fila india llenas de grupos de amigos o familias. Desde Pumarín y Teatinos llegaron David Fernández, Vanesa Díaz, Juan José López, Blas Joel Caldevilla, David López, Antonio Rodríguez, Verónica López y Tamara Gión, todos ellos amigos y familia: «Nos hemos apuntado a la fiesta y vamos a disfrutar hasta la noche aquí en la sombra». Y tanto que parecían disfrutar porque tenían comida y bebida para un regimiento sobre la mesa.

A mitad de camino entre el comienzo y el inicio de la fiesta otro grupo grande y familiar compuesto por César Martínez, Carmen Menéndez, Martín Curto, Carmen Curto, Bruno Curto, César Martínez y María Menéndez, que salieron de casa a la calle. «Somos del barrio de toda la vida. De hecho, hace cincuenta años que vivimos aquí, en esta misma calle y aquí quedaremos hasta que termine la fiesta».

Un poco más lejos las familias Álvarez y Núñez Iglesias también trasladaron bártulos y comida: «Para empezar la fiesta a las 12 de la mañana. Estamos justo debajo de casa y aquí comemos y nos tomaremos el 'cacharru' de rigor, por supuesto», prometieron.

La asociación puso también en venta a seis euros 450 bollos de chorizo y se pujó por el ramo, donde el más grande alcanzó el precio de 160 euros. Todo ello tras la procesión de San Melchor de Quirós.

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