Mi negocio en la calle Argañosa de Oviedo

«Espero quedarme en esta calle siempre»

Apenas un centenar de vecinos y una docena de casas conformaban hace un siglo el núcleo rural de La Argañosa, hoy convertido en un céntrico barrio de la capital y que suma ya 13.536 vecinos. Un barrio con una calle del mismo nombre, con comercios como el de Jaime Alonso, Borja Solano, Alexis García y Andrea Martínez y mucha clientela fiel.

Al frente de ferretería El Barco, un negocio familiar abierto desde 1933, se encuentra Jaime Alonso. A los 18 años empezó con su povadre «viviendo a ayudarle, incluso cuando hacía la mili», recuerda. Durante su infancia, la calle Argañosa «estaba llena de comercios, mientras que hoy muchos locales están vacíos», compara. A pesar de la competencia de las grandes superficies y de las tiendas de bajo coste, cuya calidad cuestiona, la ferretería mantiene una clientela fija. «El barrio, con edificios antiguos, sigue necesitando arreglos, lo que mantiene viva la demanda. Yo siempre digo que la ferretería es una cuenca que vive de muchos ríos». ¿Su preocupación? La falta de relevo generacional en el negocio.

Borja Solano sabe lo que es repartir grandes premios tras ocho años al frente de una administración de loterías en la calle Argañosa. Su clientela es principalmente fija, pero a lo largo de este tiempo ha observado cómo varía. «Aquí el movimiento es de personas mayores por la mañana y alguna que otra joven por la tarde, pero el negocio se mantiene estable gracias a la fidelidad de quienes apuestan por la suerte en este establecimiento», agradece. Además, destaca la emoción de ver cómo sus clientes mantienen la ilusión con cada boleto comprado, creando un ambiente de expectativa y esperanza que caracteriza a su administración.

En el sector de las dos ruedas, Alexis García lleva desde 2016 con su tienda de motos. Ofrece tanto la venta como el mantenimiento de vehículos. Aunque reconoce que en el pasado la calle tuvo más movimiento, mantiene una clientela fija y también aprovecha el canal online para atraer clientes que luego acuden a probar los vehículos en persona. «Nosotros tenemos tres locales en esta calle y, pese a ello, nos iremos porque el Ayuntamiento de Oviedo solo pone trabas a todo», reprocha. Señala la necesidad de que haya más apoyo por parte de la administración, ya que desean crear empleo, pero se encuentran con constantes dificultades. «Nos llevaremos la tienda a Mieres porque allí nos ofrecen mejores condiciones», advierte, reflejando la preocupación de muchos comerciantes por la falta de incentivos para permanecer en la zona.

Andrea Martínez fundó Andrea Estilistas en 2015. Siempre tuvo la visión de ofrecer formaciones y servicios de alta calidad en el ámbito de la estética y el cuidado personal. Su clientela es variada y, recientemente, han incorporado una zona de spa, lo que ha ampliado su oferta y atraído a más clientes. «Mi marido y yo elegimos esta calle porque vivíamos en San Claudio y siempre pasábamos por aquí y lo veíamos como una oportunidad cerca de la Losa que pasa gente».

Además, destaca el espíritu colaborativo entre comerciantes: «Aquí nos apoyamos los unos a los otros; si no tengo algo, mando al cliente a comprar aquí al lado», explica. A pesar de ser una emprendedora inquieta, tiene claro que no se moverá de La Argañosa. «Aquí, toco madera, espero quedarme y seguir ofreciendo calidad de servicio», garantiza.

• Temas
• Oviedo
• Mi negocio en la calle