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La familia de Ángel Ricardo, ayer, en el primer banco de la basílica de San Juan durante el funeral. MARIO ROJAS
Oviedo despide a Ángel Ricardo, trabajador incansable y memoria fotográfica de Asturias

Oviedo despide a Ángel Ricardo, trabajador incansable y memoria fotográfica de Asturias

La familia y los muchos colegas de profesión del que fuera fotógrafo de la Fundación Príncipe y la Caja de Ahorros acuden a San Juan para despedirlo

RAFAEL FRANCÉS

OVIEDO.

Miércoles, 22 de marzo 2023, 01:16

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El párroco de San Juan el Real, Francisco Javier Suárez, expresó ayer ante una basílica abarrotada el dolor familiar por el fallecimiento del fotógrafo Ángel Ricardo Pérez Álvarez, conocido en la profesión periodística bajo la firma de Ángel Ricardo. «Su muerte ha producido un impacto doloroso e inesperado», aseguró el cura durante la homilía del funeral de cuerpo presente. Ángel Ricardo falleció repentinamente el pasado lunes a los 75 años de edad dejando viuda , Aurora, y un hijo, Ángel Ramón. Tras las exequias, el cuerpo fue trasladado al cementerio de El Salvador, donde recibió cristiana sepultura.

Trabajador incansable desde su estudio de fotografía de la plaza de Longoria Carbajal, los compañeros que ayer estuvieron despidiéndole recordaban «lo mucho que trabajó para la Fundación Príncipe (ahora Princesa), Caja de Ahorros, Principado o la Universidad de Oviedo. Siempre estaba al pie del cañón con toda su capacidad y su mucha actividad».

Tanto por el tanatorio como por la iglesia desfiló lo más granado del periodismo y la fotografía asturiana. Personas como Eloy Alonso, José Antonio Cereijido, Mario Rojas o Nacho Orejas, dentro del mundo de la fotografía o firmas como José Ramón Patterson o Pilar Rubiera.

Pero no sólo personajes del mundo de la fotografía o el periodismo, también políticos como el portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo, Wenceslao López; o el pintor de Navelgas, y ya muy ovetense, Manuel Linares.

La basílica de San Juan el Real llena despidió ayer a Ángel Ricardo. Con él se va una buena parte de la memoria fotográfica de la región, del saber estar en el lugar adecuado en el momento adecuado para sacar la instantánea adecuada y una intensa vida llena de mucho trabajo y mucha calidad artística.

«La fe cristiana es lo que nos explica que sin ella la vida puede parecer absurda porque no tiene sentido. Sería como la historia de un imbécil contada por un idiota y, aunque sabemos que la muerte nos va a llegar a todos y es el hecho más común de la vida, no nos acostumbramos a que llegue», concluyó ayer por la tarde el párroco de la 'Catedral del Ensanche'.

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