Una vista del interior del centro comercial del Calatrava, cerrado a cal y canto desde 2019 y cada vez más deteriorado. FOTOS: ALEX PIÑA

Oviedo retoma la negociación con el fondo suizo tras fracasar la subasta de la galería del Calatrava

Tras no recibir ninguna puja capaz de resolver los diez millones de deuda, la administración concursal ofrece el centro comercial a Varia, principal acreedor

Alberto Arce

Oviedo

Jueves, 3 de noviembre 2022, 02:40

Este noviembre es un mes crucial para el devenir del centro comercial del Calatrava tras casi dos años en concurso de acreedores. Ayer, la notaría ... de Manuel Tuero cerró el acta de la subasta del Modoo, que concluyó el martes con una puja máxima de 157.777,77 euros, la mayor muestra de interés hasta la fecha por la galería diseñada por el arquitecto valenciano, pero totalmente insuficiente para afrontar los más de diez millones que dejó a deber la anterior gestora y propietaria del espacio -Estabona Management- a una treintena de acreedores. Ahora, se abre un proceso de resolución del concurso y de recolocación del edificio. Complicado, porque en función de las decisiones de los principales actores implicados en la operación, el espacio, de 40.000 metros cuadrados, podría acabar en tres manos diferentes.

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Las primeras, las del fondo suizo Varia Structured Opportunities -propietario del gigante inmobiliario Stoneweg-, al que Estabona adeuda 5,4 millones de euros en concepto de un crédito hipotecario concedido para una remodelación del centro comercial que nunca llegó a darse. Esto le otorga privilegio especial y la posibilidad de quedarse directamente con el complejo. Para ello, tal y como adelantó en exclusiva EL COMERCIO, la administración concursal le dará ahora traslado del resultado de la subasta y le ofrecerá varias opciones: hacer una oferta mayor en nombre propio o el de algún tercero, o aceptar la dación en pago, es decir, quedarse con las 62 fincas registrales que componen el espacio como cobro por la deuda. De la misma información se dará traslado también al Ayuntamiento, poseedor de igual privilegio especial sobre el conjunto dados los más de dos millones de euros que se le deben a las arcas públicas por impago del IBI -660.000 euros al año- durante varios años. Ambos tendrán diez días naturales para dar una respuesta definitiva.

UN DATO

  • millones de euros Se trata de la deuda de Estabona con Varia Structured Opportunities, el fondo suizo que concedió a la anterior gestora y propietaria del centro comercial un crédito hipotecario para realizar una reforma del espacio que nunca llegó. Acreedor mayoritario del concurso con privilegio especial, puede aceptar la dación en pago del edificio de manera automática.

No obstante, si ni Varia ni el Consistorio contestan, la administración deberá llamar a la siguiente puerta -también la más improbable-, la del mejor postor de la subasta, el inversor que puso sobre la mesa los 157.777,77 euros casi en el último minuto del proceso tras una larga puja de 24 horas. De mostrarse realmente interesado, y previa renuncia a sus privilegios por parte de Varia y el Consistorio, podría hacer con un centro comercial a precio de apartamento en el centro.

La tercera vía, si este se echase atrás una vez llegasen los administradores a ofrecerle escriturar el edificio, sería la de la conclusión definitiva del concurso sin una salida, lo que devolvería el conjunto a su anterior gestora y propiedad, una empresa liquidada e insolvente, lo que condenaría al Modoo de Buenavista al más ruinoso de los olvidos.

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Estas dos últimas son hipotéticas, pero probables, tal y como confirmaron fuentes de la administración concursal, aunque no ocurrirán. No, porque el Ayuntamiento, tras el fracaso manifiesto de la subasta, ha retomado las negociaciones con el fondo de inversiones suizo para relanzar el espacio de manera conjunta, con dos plantas gestionadas por el Consistorio para la creación de un recinto ferial anejo al Palacio de Congresos, y una tercera -en manos de Stoneweg-, en la que estos impulsarían una zona de ocio y hostelería.

La coyuntura, si de lo que se trata es de librar al barrio de Buenavista de una herida prácticamente incurable, obliga a ir por esa vía. Así lo explicó ayer el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Nacho Cuesta, durante la celebración del Pleno ordinario de noviembre. «El administrador concursal entendió que había que agilizar el proceso y convocar una subasta que ha tenido el éxito previsible -ninguno-, pero eso en nada afecta a los términos de un eventual acuerdo con el fondo, con el que seguimos teniendo conversaciones para alcanzar una solución buena para todos, y en defensa de la ciudad». Una operación, matizó el líder naranja, «compleja», que «lleva su tiempo y precisa de rigor y discreción».

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En ese sentido, continuó Cuesta, «vamos a tratar de que los intereses particulares y generales confluyan y que el Calatrava deje de ser un problema» para Oviedo. Uno «enorme», recordó, que solo puede degradarse cada vez más, ya que no cuenta con seguridad ni mantenimiento. «Un gobierno responsable debe alcanzar soluciones», concluyó el segundo de a bordo del equipo de gobierno local.

Una degradación que, tal y como puede comprobar cualquier ciudadano que se asome a la cristalera de entrada del Modoo, cada vez más ennegrecida por la falta de limpieza, no hace más que acrecentarse. No en vano, el centro comercial necesita obras de mejora urgentes en materia de filtraciones -que provocan auténticas inundaciones durante los temporales- y ya se han estropeado sistemas como, por ejemplo, los variadores de las escaleras de emergencia. Cualquier actuación en la galería, en definitiva, será previo desembolso de un buen puñado de millones. Desde el fondo, por lo pronto, rechazaron ayer pronunciarse al respecto.

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Lo que está claro es que ya hay un plazo para despejar, de una u otra forma, el futuro del malogrado espacio. Diez días, ni uno más.

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