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«Es una tradición que no podemos perder»
Los ovetenses cambian el prau por las casetas para disfrutar del bollo de San Mateo ante la lluvia, que no reduce las ganas de fiesta
ALBERTO ARCECOVA DEL NERO
OVIEDO.
Miércoles, 22 de septiembre 2021, 01:17
La lluvia es uno de esos elementos con los que se cuenta de antemano cuando los ovetenses salen de casa para disfrutar de sus fiestas. Septiembre es lo que tiene y ayer no fue menos; no obstante, prevenidos, los locales salieron en masa para celebrar el día grande de San Mateo y adaptaron la jornada sustituyendo, en la mayoría de los casos, el clásico momento para degustar el bollo y el vino sobre un mantel en el prau por las terrazas de las casetas hosteleras del nuevo modelo mateíno. Un día que mantuvo la tónica general de los anteriores en cuanto a llenos y para el que había especiales ganas, pues la edición del año pasado había obligado a llevarse el bollo a casa por la pandemia. «Es una tradición que no podemos perder, haga el día que haga».
Lo explicó una de esas familias de las que confiaron en que el tiempo respetara la comida, los Menéndez. Casi una veintena de miembros -y faltaban «algunos»- cogieron sitio en el Campo y sacaron sus bollos preñaos y bebidas, como llevan haciendo cuarenta años. Ni más ni menos. «Tenemos fotos desde muy pequeñas aquí», comentaron dos de las hermanas. Desde el abuelo hasta los nietos. Todos reunidos por San Mateo. «Quedamos aquí a la una de la tarde y nos vamos juntando». Esta vez, «dudamos un poco por el tiempo, pero esperamos todo el año esta cita para vernos todos y lo teníamos todo preparado». Así que no fallaron.
El día había comenzado temprano, a eso de las diez de la mañana con un goteo constante y persistente de personas acudiendo a la plaza de España a recoger las bolsas que la SOF había preparado para sus socios. Más de dos mil bollos y botellas de vino que acabaron siendo disfrutadas en todos los rincones del Campo y en las casetas entre Porlier, los paseos de la Herradura y el Bombé.
La peregrinación desde la plaza de la Catedral, donde los más pequeños disfrutaban del tiovivo, hasta la de España fue de las más concurridas de todo el periodo de crisis sanitaria. Un camino que empezó cuando terminó la misa, donde esperaban varios centenares de ovetenses, a un lado de las casetas sociales, y guarecidos de las nubes grises entre las piezas musicales de la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo. Fueron estos quienes guiaron a los fieles de las fiestas al pulmón verde de la ciudad, cruzando una plaza de Porlier repleta de ovetenses madrugadores para tomarse los últimos vermús de las fiestas.
El resto de ciudadanos acudieron a sus panaderías de confianza. Fue lo que hicieron los Bernal. Los pequeños Mateo y Carmen, junto a su madre, Covadonga Barrallo, no tardaron en tener la mesa preparada en el Bombé. «Los compramos en la panadería de siempre porque son los mejores», apuntó el pequeño Mateo, que celebraba su onomástica. Igual que un tocayo suyo, quien junto a su hermano Pelayo y sus padres y abuela, Paz, Lucía y Raúl Villazala, apuraba el bollo a escasos metros de allí. «Venimos todos los años y celebramos así el santo» del niño, detalló su madre.
Además de familias, también amigas como Geli, Ovi y Raquel que viven a escasos metros del parque celebraron allí el día grande. «Recomiendo a todos los ovetenses que compren su bollo y vengan a tomarlo al Campo», animó Geli. Ellas llevan «toda la vida» haciéndolo: «Es una auténtica tradición».
También todos los años, aunque este sean menos en la mesa, Vanesa Menéndez, Fátima Hernández y Noelia Carruébano celebran el día. «Es una cita importante para nosotras, aunque somos menos esta vez por el tiempo», aseguró Carruebano.
Asimismo, Sonia Pardo, Juan Alberto Fernández, Elsi Rider, Mario y Daniela Fernández también tomaron el bollo en una jornada para decir adiós -con permiso de la romería del Cristo que pone el broche oficial a San Mateo este domingo- a las fiestas hasta dentro de un año. Fue precisamente el parque del Truébano el encargado de cerrar las actividades de la tarde. Tras el éxito de este año, el Ayuntamiento organizará allí una gran romería diaria de cara al próximo año, según se comprometió el regidor Alfredo Canteli.