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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Jueves, 1 de enero 1970
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La Catedral acogió ayer al mediodía el funeral del canónigo emérito José Manso, fallecido a los 94 años. El arzobispo, Jesús Sanz Montes, presidió la homilía y lamentó que le «parte el corazón la racha de despedidas que llevamos». Este año fallecieron, entre otros, el párroco de Pumarín y exarcipreste de Oviedo, José María Lorenzo, y hace quince meses el canónigo y capellán del Centro Asturiano José Franco Baizán.
Tras estas sentidas palabras, Sanz Montes elogió la figura de Manso, con una «larga biografía»: realizó sus estudios universitarios en Comillas, impartió clase en colegios como La Milagrosa o Santa Teresa y en los años ochenta fue nombrado canónigo de la Catedral. Tras su jubilación conoció a Sanz Montes, que ayer destacó que era una persona con «buen humor y bondad», que siempre tenía una «nota de desenfado».
Tras la misa, los restos de Manso fueron trasladados hasta el cementerio de San Salvador, donde fue enterrado en el panteón del Cabildo.
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