«El pequeño negocio es vital en todos los barrios»

«Tengo tres negocios y voy a cerrar uno; estoy gastando mis ahorros en intentar que las familias de mis empleados puedan aguantar». Es la situación que vive Carmen Álvarez, dueña de Modas Miranda, ubicado en la calle Valentín Masip. No es el único caso. La crisis económica, derivada del coronavirus, está ocasionando pérdidas irreparables en los pequeños negocios de los barrios. Es por eso que sus dueños reclaman equidad normativa con las grandes superficies: «Somos una parte vital de la economía».

En una situación similar se encuentra Ana Florentina Alesu, propietaria del Café Santa Cruz, quien, antes del cierre, llevaba trabajando más de dos meses sin descansar: «La dueña del local me tuvo que perdonar la mitad de la renta». Teresa Castelar, de Cosinas de Tere, ya tiene colocada su tienda para la campaña navideña, pero no puede dar salida a ninguno de sus productos. Al igual que en Ortiz CR Decoración, donde su dueña, Regina Ortiz, asevera que el segundo cierre de los comercios va a rematar un año «muy malo».

La crisis de los minoristas, también afecta a los negocios mayoristas. El propietario de La Colchonera, Fernando Sánchez, asegura que si sus potenciales compradores están cerrados no puede hacer nada con su mercancía. La situación es tan crítica que Sesé Gravalosa, de Sesé Moda Infantil, que lleva abierto 55 años, solo vende «un pijama a la semana» gracias a las ventas online. «Así no podemos seguir; las consecuencias del cierre solo las saben quiénes han cerrado», añade Janet Baraza, propietaria de Calzados Bambilandia.