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Un grupo de alumnos del colegio público Ángel González, ayer, en una actividad. FOTOS JUAN LLACA
Una pista «con agua y mucha corriente»

Una pista «con agua y mucha corriente»

El colegio Ángel González reclama al Ayuntamiento mejoras en la infraestructura

IVÁN GARCÍA

OVIEDO.

Miércoles, 25 de septiembre 2019, 01:18

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«Nos entra el agua, tenemos nidos de palomas y hay mucha corriente por una zona; no podemos poner a niños de 4 o 5 años porque pasan frío». Esta es la lista de deficiencias que presenta la pista deportiva del colegio público Poeta Ángel González, según explicó ayer Marta Mejido, una de las responsables de la Asociación de Madres y Padres del centro de La Corredoria. De ahí que reclamen al nuevo equipo de gobierno que realice la inversión prevista en los presupuestos participativos, uno de los proyectos del anterior ejecutivo local.

El colegio insistió ayer en esta reivindicación durante la celebración de la primera feria de actividades extraescolares. César Ripol, vicepresidente de la Ampa, se sumó a la queja de su compañera y profundizó en las actividades previstas este curso: «Es el primer año que hacemos una feria así para motivar a los alumnos. Calculo que habrá entre 300 y 350 niños participando». La finalidad de este programa, añadió, es «integrar a los niños y ayudar a que mejoren en su sociabilidad».

Decenas de alumnos aprovecharon la cita para practicar el patinaje, una de las muchas actividades que se realizan en el primer turno de la tarde, de 16.30 a 17.30 horas. Paula Naves, monitora del curso, indicó que «esta es una de las pocas pistas en las que se puede patinar en Oviedo porque en otras el suelo está hecho con alquitrán y material poco liso», expuso para dar a entender la necesidad de que se tomen en serio las labores de mantenimiento de este espacio. «Es una pena que no la tapen como piden mis compañeros porque en invierno se moja y además los niños pasan frío», añadió Naves.

La oferta de actividades del centro incluye talleres de robótica, de inglés o tareas de apoyo para los deberes. En el segundo turno, de 17.30 a 18.30 horas, participan los alumnos de mayor edad. El movimiento en el colegio no se detiene hasta que se pone el sol. «La idea es que después de las clases y del horario de comedor puedan seguir aquí», concluyó Ripol.

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