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Un autobús, de la línea que une Fitoria y Olivares, pasando, ayer, ante la Estación del Norte, que será el gran intercambiador de Asturias, según el plan municipal. A. P.
El Plan de Movilidad de Oviedo pretende renovar todas las líneas de autobús por «su distribución caótica»

El Plan de Movilidad de Oviedo pretende renovar todas las líneas de autobús por «su distribución caótica»

Los nuevos itinerarios serán radiales desde el eje Escandalera-Estación del Norte y potenciarán la conexión de La Corredoria y Las Campas

JUAN CARLOS ABAD

OVIEDO.

Jueves, 1 de enero 1970

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Con las reservas oportunas para «no crear confusión en los usuarios», el Plan de Movilidad Urbana Sostenible que presentó el pasado jueves el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, planea la renovación total de las líneas de autobús ante su baja velocidad comercial, su «distribución caótica» y «abandono» de uso del servicio en pos del uso del vehículo privado.

En la diagnosis que realizó el estudio redactor del nuevo plan acerca de los usos de transporte de los ovetenses queda patente que la mayoría de los desplazamientos en coche son para trayectos de menos de dos kilómetros. Algo que, creen, se puede paliar mejorando la red de transporte público, creando conexiones entre diferentes alternativas -autobús, tren, bicicleta- y proporcionando información precisa y actualizada a los usuarios.

En la justificación de la propuesta para la modificación de las líneas de autobús, a la que ha tenido acceso EL COMERCIO, los responsables del documento explican que «es necesario que el servicio de Transportes Unidos de Asturias (TUA) mejore su velocidad comercial, así como reorganizar y adaptar sus paradas a las necesidades reales del ciudadano».

Para ello, «se propone una distribución de líneas de autobús totalmente nueva» que se basará en el eje central de la plaza de La Escandalera como centro urbano «donde se une el poder político -Junta General y Ayuntamiento-, poder natural -Campo de San Francisco- y poder cultural -Teatro Campoamor-». En números, el estudio dice que desde la citada plaza, la mayoría de los trayectos a pie hasta el destino final de los usuarios son de cinco a diez minutos.

Una vez hecho el análisis, la solución consistirá en hacer pasar «a la mayoría» de las líneas de TUA tanto por La Escandalera como por el otro punto establecido como vital para el intercambio de modos de transporte: la estación de tren.

Así, los autobuses «pasarían por ambas zonas y se irían alejando de estos centros hacia los barrios externos de la ronda llegando a todos los límites de la ciudad, como hasta ahora, pero con recorridos lineales y directos». Una gran diferencia con las actuales líneas «que intentan cubrir el mayor porcentaje de espacio con el menor número de líneas sin intención de establecer conexiones directas entre polos de origen y destino o recorridos 'gemelos' de ida y vuelta».

Además de las líneas radiales, el plan establece «la potenciación de la comunicación este-oeste» para comunicar barrios periféricos como La Corredora y Las Campas con «centros de movilidad cotidiana como la zona de universidades -El Cristo y El Milán-, Llamaquique y el HUCA».

Todo lo anterior, según los planes de Urbanismo, se complementaría con una línea circular «que comunicaría los barrios que rodean el centro de la ciudad sin pasar dos veces por la misma calle en el mismo sentido, como ocurre ahora con la línea F».

Medidas complementarias

La citada línea F (Naranco-HUCA) es la que identifica el plan como más deficitaria por su intrincado recorrido. Como medidas complementarias, el plan establece que hay que aumentar las paradas entre 800 y 1.200 metros de distancia para mejorar la velocidad comercial. Relacionado con lo anterior, los apeaderos tendrán que ser 'gemelos' a ambos lados de las calles.

Por otro lado, mejorar la comunicación en tiempo real sobre la situación de los autobuses. En cuanto al método de pago, también se pretende incorporar un sistema más ágil para adquirir y validar el tique «sin hacer intervenir al conductor».

Para ahondar en la mejora de la velocidad de las trece nuevas líneas planteadas, también se establece la creación de carriles bus compartidos con taxis y, en alguno de ellos con bicicletas. Se pretende implementar un sistema en el que la experiencia del usuario sea un factor determinante para elegir el transporte público antes que el coche particular.

El plan tiene en cuenta, además, la pirámide de población, tendente al envejecimiento, y reconoce que los cambios, a largo plazo, necesitarán una potente campaña de difusión y comunicación que evite, como ocurrió con la modificación de la nomenclatura de 2015, una bajada de usuarios del servicio.

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