La Policía Nacional 'toma' la calle Uría para festejar su bicentenario

«Aviso a todas las patrullas. Ha habido un atraco en Pumarín y se han dado a la fuga un hombre que iba sobre una moto de gran cilindrada y otro que viaja a bordo de un vehículo azul; mucho cuidado». Estas fueron las indicaciones que el portavoz de la Policía Nacional, Ignacio Alonso de la Torre, lanzó durante la exhibición que el cuerpo del Estado protagonizó al mediodía en la calle Uría con motivo de los actos de celebración de su bicentenario.

El Ayuntamiento les invitó a protagonizar la última mañana de La Ascensión y la Jefatura Superior de Asturias no dudó en colaborar como señal de agradecimiento de la Medalla de Oro que la capital les ha concedido y será entregada próximamente. «Lo más importante que tenemos es la legitimidad social y el apoyo de todos», remarcó el jefe superior, Luis Carlos Espino.

La exhibición congregó a centenares de asistentes, con momentos de mucha intensidad y expectación; como cuando se oyeron las sirenas en la arteria de Oviedo para detener a esos dos implicados en el atraco de Pumarín. La moto circuló a gran velocidad por la calle Uría, hasta que la frenaron las patrullas de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y lo detuvieron. Sin embargo, alertó Alonso de la Torre, había otro sospechoso libre y circulando con su coche a gran velocidad. Portaba un arma. Tras interceptarlo, también lo arrestaron.

Ambos ejercicios fueron sumamente aplaudidos por un público que observó con asombro cómo es el trabajo de los TEDAX-NRBQ con la desactivación de un paquete con explosivos a la altura de la plaza de la Escandalera. Fue entonces cuando el inspector jefe de la unidad, José, puso en marcha todo el dispositivo.

Primero, 'Bruna', de seis años y miembro de la sección Guías Caninos, olió el paquete siguiendo las indicaciones de un policía. Las sospechas de que era un artefacto se iban confirmando, obligando a desplegar el robot que en uno de sus 'brazos' portó un cañón de agua que dispara al paquete para ver qué hay en el interior: «El momento del disparo es como si fuese el de una escopeta y si hubiese un artefacto, el ruido sería tal que habría que taparse los oídos», según explicó el jefe de la unidad. Todo era una falsa alarma porque en el interior sólo había papel. Sin embargo, entre los restos aún podían quedar explosivos que fueron analizados por un TEDAX que portó un traje de «36 kilogramos».

En la exhibición también estuvieron los miembros de la unidad de Intervención Policial que actúa, por ejemplo, para dispersar aglomeraciones cuando se está produciendo un altercado, los miembros de Participación Ciudadana, así como la Unidad de Caballería que se desplaza a Oviedo en los actos multitudinarios. Todos ellos hacen un excelente trabajo que fue alabado por la delegada del Gobierno, Delia Losa: «Tienen una relación de actuación-éxito del 100%».