Prisión provisional para la acusada de apuñalar a su exmarido frente a un colegio en Oviedo

La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo en funciones de guardia dictó ayer una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza para la acusada de apuñalar a su exmarido el pasado martes en las inmediaciones del colegio Nazaret tras discutir por la custodia del hijo de ambos. Sucedió en el momento en que los alumnos salían del centro. La jueza le imputa un posible delito de homicidio en grado de tentativa.

El Ministerio Fiscal basó su petición de ingreso en la cárcel al entiende que existe «riesgo de fuga», dada la «gravedad» penal de los hechos, y para asegurar la presencia de la investigada en el proceso. También advirtió del «riesgo de reiteración delictiva», ya que la mujer, presuntamente, «amenazó reiteradamente a la víctima tras la ruptura de la pareja».

Además de la petición de prisión provisional, comunicada y sin fianza, el Ministerio Fiscal mostró su conformidad con que se acuerde la orden de protección solicitada por la víctima, traducida en la prohibición de aproximación de la acusada a menos de 500 metros del domicilio, lugar de trabajo, centro escolar del hijo en común y cualquier otro frecuentado por la víctima, y de comunicación por cualquier otro medio.

Los hechos tuvieron lugar hace cuatro días. Todo sucedió muy rápido y en hora punta, justo cuando los alumnos del Nazaret estaban a punto de salir de sus clases, sobre las 16.30 horas de la tarde del martes. La acusada, de 45 años y origen latinoamericano, se trasladó al centro, donde se encontraba su exmarido esperando al niño, alumno de Infantil, y comenzó a increparle mientras él, cuyo nombre responde a las siglas J. M. B. R., permanecía en el interior de su vehículo, aparcado a la altura de la puerta que comunica el patio interior del colegio con la calle Marcos Peña Royo. Cuando faltaban unos pocos minutos para que sonase el timbre, el hombre salió del coche y ella, presuntamente, le asestó una cuchillada a la altura del abdomen. Estaba «fuera de sí», «muy nerviosa», advirtieron los testigos. Tanto, que además de la propia víctima, hizo falta otro hombre para lograr reducirla hasta que llegó la primera patrulla de la Policía Nacional.

Afortunadamente, la herida resultó poco profunda y la víctima pudo abandonar el lugar por sus propios medios. De hecho, descartó su traslado en ambulancia al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con el fin de recoger a su hijo. Lo que sí hizo fue dejarlo un momento con la tutora mientras los sanitarios desplazados comprobaban que, efectivamente, la herida no revestía gravedad. Por suerte, el hijo de ambos, no presenció lo sucedido.

La escena causó gran revuelo a la salida del centro, repleta de padres y madres, trabajadores de establecimientos cercanos y vecinos que contemplaron con asombro e incredulidad lo que estaba ocurriendo.