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Loriga, en una imagen reciente. LISBETH SALAS
«Oviedo debería tener más cine, es una ciudad con cara de película»

«Oviedo debería tener más cine, es una ciudad con cara de película»

Ray Loriga Escritor y director ·

«Ángel González era un elegido, un poeta magnífico. Me sigue impresionando. Con fundación o sin ella, su poesía sobrevivirá»

DANIEL LUMBRERAS

OVIEDO.

Jueves, 8 de febrero 2018, 04:05

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El autor y director de cine Ray Loriga (Madrid, 1967) participa esta tarde, a las ocho, en las Tertulias del Campoamor y le presentará el también escritor y abogado, además de colaborador de EL COMERCIO, Iván de Santiago.

-¿Oviedo es una ciudad más de película o de novela?

-La recuerdo más de película. Fui de niño con mis padres, nos quedamos en el hotel La Jirafa. Lo pasé muy bien, antes no se salía tanto de la ciudad.

-¿Qué más recuerda del viaje?

-Fuimos a Gijón, íbamos a ver a un tío 'hippy' que había pedido dinero a mis padres para comprar una vaca para una comuna. Era 1975.

-¿Aquí escribiría o rodaría?

-Se puede hacer una buena película casi en cualquier lugar, y en Oviedo también. Hay que buscar trama adecuada. No lo había pensado. No tiene demasiado cine y debería tener más. Es una ciudad que tiene cara de película, los perfiles fotográficos bonitos. El edificio de La Jirafa, tenía esa cosa ya decadente, pero era un buen lugar. También estuve en el Campoamor.

-¿Qué va a tratar en esta tertulia?

-Literatura. Intento que los actos que hago sean lo que se produce en ese momento con la persona que estoy hablando. Llevo 25 años de encuentros con lectores y no me gusta dar una conferencia ya escrita.

-Promocionará 'Rendición'.

-Me gusta más la palabra presentar. La novela ha funcionado muy bien, llevo seis meses de gira por doce países.

-¿Se identifica con alguna generación o estilo literarios?

-Más con la literatura en general. Aunque uno es hijo de su tiempo, no solo geográficamente y temporalmente. Hay gente con la que tienes experiencia común. Era muy amigo de Vázquez Montalbán y de Ángel González. Con Ángel he viajado mucho. También, Marcos Giral, Belen Gopegui, Nicolás y Martín Casariego, Eduardo Iglesias... y muchos autores latinoamericanos. Nunca he pretendido estar encajonado en una generación. Eso es trabajo de la crítica.

-¿Qué significa Ángel González hoy en día?

-Lo mismo que siempre, gran poesía, del máximo nivel. Solo la buena poesía es poesía, siempre lo he pensado, ni siquiera hay regular. Era uno de esos elegidos, un poeta magnífico. Era un hombre con el que daba gusto hablar de todo. Me sigue impresionando cada vez que lo leo.

-No hubo manera de que tuviera una fundación.

-Con fundación o sin ella, su poesía sobrevivirá.

-¿Cómo empezó a escribir?

-Leyendo. Fue una fascinación por la escritura y quise participar de esa maravilla.

-¿Qué le inspira?

-La literatura misma, las ganas de escribir, la calle, la gente.... No puedo escribir como Woolf o la poesía de Ángel González, pero puedo sentir esa punzada y trasladarlo a mi experiencia.

-¿Quiere transmitir algún mensaje a sus lectores?

-Nunca he creído en la literatura de mensaje. Uno tiene la lógica y noble aspiración de que lo que escribe permee en los lectores, pero no 'esto es lo que te quiero decir porque sé algo', sino 'esto es lo que quiero compartir contigo'.

-¿Qué le parece la relación entre cine y novela?

-Teniendo en cuenta que el cine es un arte muchísimo más joven que la literatura, adopta de ella muchos mecanismos de narración.

-¿Se arrepiente de alguna obra?

-No. Todas tenían algo interesante en ese momento para mí. No es por presumir, me arrepiento de muchas cosas de mi vida.

-¿Qué le parece la polémica sobre la estatua de Woody Allen?

-Le juzgaron una vez, salió inocente. La hija tiene todo el derecho a seguir la causa y si de verdad es así, que no tengo por qué dudarlo, es una situación difícil. Incluso si fuese una persona deleznable, y ese sería un acto a castigar, no sé si eso borra 'Manhattan', 'Annie Hall' o toda su filmografía. Es un caso parecido al de Polanski. Quitar la estatua es una decisión ciudadana.

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