San Mateo 2020 | «Si cantáramos todo lo que nos piden, el concierto duraría siete horas»

Veintiséis años después de sus inicios, y aunque algunos críticos musicales aún se muestren recelosos por lo que llaman maliciosamente «música de gasolinera», nadie puede negar que Camela forma parte de la historia de la música española. Una fusión de tecno-rumba recogida en treinta y un discos entre originales y recopilaciones, el último titulado 'Rebobinando'. Mirando para atrás, Dioni Martín y Ángeles Muñoz ya han actuado en seis ocasiones en Oviedo, la última hace dos años en San Mateo. El dúo, que publicó su propio libro el pasado junio contando sus orígenes en las chabolas o la inspiración para sus historias de amor y desamor, se subirá hoy al escenario del Auditorio Príncipe Felipe, a las 21 horas. Aún quedan localidades a la venta (20 y 16 euros) para escuchar en directo temas recientes y éxitos como 'Cuando zarpa el amor', 'Corazón indomable' o 'Estoy llorando por ti'.

-Están a punto de cumplirse dos años desde su último concierto en San Mateo y hoy repiten.

-Dioni Martín: Oviedo es una capital donde nos tienen mucho cariño y hemos actuado muchas veces en la plaza de la Catedral, en la plaza de toros y en Espacio Estilo.

-Ángeles Muñoz: Nuestros seguidores son fantásticos, maravillosos y da gusto volver porque es una de las ciudades donde guardo recuerdos muy bonitos. Estamos muy emocionados por el recibimiento de la gente y ahora nos toca salir adelante. Muchas personas viven de la música y está claro que si el ser humano quiere, el virus no nos gana.

-¿Cómo va a ser el concierto?

-D. M.: Haremos la presentación de 'Rebobinando', que salió el año pasado a la venta, y un repaso a nuestras canciones más emblemáticas. Hay veces que llevamos una hora de concierto y la gente nos pide temas como 'Cuando zarpa el amor'. Tampoco faltará 'Escúchame'.

-A. M.: Si cantáramos todo lo que nos piden, el concierto duraría siete horas. Nuestros seguidores se las saben todas.

-Más de veinticinco años sobre los escenarios. ¿Cuál es el secreto de una carrera tan larga?

-D. M.: Nos dicen que Camela es incombustible y ha sido fundamentalmente gracias al cariño del público. Cuando empezábamos teníamos seguidores de 12 o 13 años y ahora tienen 40. Vienen a los conciertos con sus hijos y maridos y cantan las canciones mejor que nosotros.

-A. M.: Juro por lo que más quiero en el mundo que no sé el secreto. No somos como la Coca Cola, que tiene una fórmula que nadie conoce, y se nos ponen los pelos de punta cuando vemos que la gente se sabe todas las letras.

-¿Ha habido discusiones entre ustedes?

-D. M.: Somos cuñados y ha habido momentos buenos y malos. Lo que nos une es nuestro amor y cariño a la profesión. Si tenemos una discrepancia, siempre hemos llegado a un entendimiento. Tenemos muy buen rollo y yo soy muy bromista.

-A. M.: Claro que hemos discutido, pero hemos llegado a acuerdos. A Dioni lo tengo que aguantar sí o sí porque es mi cuñado y en Navidad le digo que no venga a casa de mi madre porque nos vemos todos los días (ríe).

-Los conciertos ahora son muy diferentes por la pandemia.

-D. M.: Es todo distinto. Debemos de tirar adelante porque la cultura no debe de parar. Estamos pasando un momento muy difícil, pero todo volverá a ser como antes. Hasta entonces pedimos que a los sitios donde vamos se cumplan a rajatabla las medidas de seguridad. Es la única manera que hay de recuperar la normalidad.

-A. M.: A veces te dan ganas de llorar porque en los conciertos de Camela está todo el mundo cantando; al ser los aforos reducidos se vive de otra forma.

-Sus giras por el verano siempre suman muchas fechas.

-D. M.: Hasta marzo hicimos unos ocho conciertos y en el verano diez o doce. Esto no solo nos ha pasado a nosotros, sino a todos los compañeros artistas.

-A. M.: Íbamos a hacer cien conciertos este año y todo ha cambiado. Ha sido un palo muy duro para todos porque hay familias destrozadas. Quiero mandar mi apoyo y cariño a todas las personas afectadas tanto dentro como fuera de la música.