Los seminaristas animan a los jóvenes a acercarse a la Iglesia: «Hay que quitarse la venda de los prejuicios»
«No somos raros», alientan en la festividad de San José desde la institución, que acoge a 32 estudiantes
Rafael Francés
OVIEDO.
Miércoles, 20 de marzo 2024, 01:00
Festividad de San José. El Seminario Metropolitano celebró ayer por todo lo alto este día y como es habitual, lo hizo dando a conocer los ... jóvenes que se están formando para el sacerdocio y que en próximos años se ordenarán. Uno de ellos, Marcos Vidal, de 27 años y que cursa tercero, animó a los jóvenes asturianos a «quitarse la venda de los prejuicios» y acercarse a la Iglesia. Un claro mensaje.
El Seminario cuenta este año con 32 seminaristas, de los que 19 pertenecen al Metropolitano, que forma curas de parroquia en Asturias y para Asturias; 11 al Redentoris Mater, dedicado a los misioneros; y 2 a 'Lumen Dei', de donde salen sacerdotes de congregaciones de la Iglesia Católica.
«Son cifras que mantienen la tónica de vocaciones desde que yo soy rector del Seminario en 2010, aunque este año sube un poco con la llegada de cinco seminaristas nicaragüenses que están becados en Oviedo», explicó ayer Sergio Martínez. Este año «no habrá ordenaciones sacerdotales, aunque sí cinco ordenaciones de diáconos (paso anterior); así que el año que viene asistiremos a cinco ordenaciones sacerdotales», celebró el rector.
Lo dijo acompañado por tres seminaristas de los 19 del Metropolitano, a quienes animó a contar su experiencia: el propio Marcos Vidal, 27 años, que cursa tercero de Estudios Eclesiásticos; Rafael García, de 45 años y quinto curso; y Alvar Arroyo, de 22 años y en primer curso.
«Aquí en el Seminario encuentras una familia que rema en tu misma dirección», adelantó Vidal, quien dejó claro que los sacerdotes y seminaristas son «gente normal». «Siempre se tiene la percepción de que los curas son raros, que no se relacionan con nadie, o que a los seminaristas se les ha lavado la cabeza»; sin embargo, contrarrestó, «son personas normales» que hacen «lo que hacen los jóvenes».
Precisamente, sobre el déficit de juventud en la Iglesia mostró también su desacuerdo con la máxima: «La Iglesia está muy viva, los jóvenes tienen mucha participación. Por ejemplo, anoche –por el lunes– estaba la capilla mayor del Seminario completamente llena en una Adoración organizada junto al movimiento 'Hakuna'; éramos más de 300 jóvenes»; aunque, abundó, «es verdad que necesitamos el doble de curas de los que tenemos en Asturias porque hay muchas parroquias y tenemos que agruparlas para darles servicio debido».
A este respecto, el rector del Seminario elevó la reflexión a la falta de jóvenes en general en Asturias, destacando que es la región europea con menor índice de natalidad y de las más envejecidas.
El futuro
Rafael García ya trabaja en las parroquias para «en un momento próximo ser sacerdote, para que los feligreses me vayan conociendo». «Intentamos mantener la llama del Evangelio en este tiempo tan sombrío para que la gente vuelva a encontrarse con el Señor y que la caridad vuelva otra vez al mundo y la paz esté con todos nosotros», explicó. Y añadió: «En mi futuro me veo ordenado y llevando una serie de parroquias con alegría, esperanza, con la verdad e intentando llevar la esperanza a los demás. Somos gente normal, no somos gente rara y queremos que la gente nos mire y se quiten prejuicios, que nos quitemos la venda de los ojos», incidió en el mensaje.
Alvar Arroyo, por su parte, destacó que «tuve una fuerte conversión en Covadonga donde le pedí a la Virgen que me enseñara el camino a seguir y aquí estoy en un lugar donde he encontrado la paz».
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