Las terrazas de Oviedo podrán ocupar el 75% del espacio de una plaza con la nueva norma

Un texto que entrará en fase de alegaciones y enmiendas en septiembre para que el Pleno dé su visto bueno en octubre. Después, se abrirá un periodo de información pública y en noviembre entrará en vigor. Se trata de una ordenanza, en palabras del primer teniente de alcalde, Nacho Cuesta, que beneficia al sector de la hostelería y al mismo tiempo al resto de la ciudad porque se incentiva el consumo en los establecimientos en medio de unos tiempos convulsos.

Una de las consecuencias de la pandemia es que «la gente demanda más disfrutar de los espacios al aire libre». Por ello, y para ayudar a la hostelería durante las restricciones impuestas para evitar aglomeraciones, se puso en marcha un modelo de terrazas que «funcionó muy bien». Una iniciativa que ahora Cuesta quiere hacer definitiva con esta nueva ordenanza que la Concejalía de Urbanismo e Infraestructuras encargó hace un año al despacho de abogados Ontier a través de un contrato de asistencia técnica externo.

El objetivo es dar beneficios a los hosteleros «ampliando la superficie» pero, al mismo tiempo, creando «unas obligaciones que con las que seremos escrupulosos y estaremos vigilantes con los que no cumplan las normas» a través de la imposición de sanciones o reposición de la situación. «El aumento supondrá un beneficio clave para el sector y en el casco histórico queremos que los turistas se maravillen». Porque en las zonas turísticas, como El Antiguo, se prohibirá el uso de colores «chillones» y las mesas y sillas deberán ser de «materiales nobles».

Además, en todas las terrazas, se tendrá un «cuidado exquisito con la accesibilidad». «Para nosotros este es un punto fundamental», añadió Cuesta.

El presidente de la Asociación de Sidrerías de Gascona, Pedro Caramés, explicó que este texto «puede dejar contentos a los hosteleros y vecinos». «Durante las restricciones de la pandemia hubo una convivencia fantástica y probamos lo que se va a aprobar ahora», apuntó ayer.

El socialista Fidel Rodríguez criticó que el equipo de gobierno «pretende sustituir una norma aprobada por unanimidad y con el consenso de los vecinos». «La nueva ordenanza de terrazas no es una norma para regular y acotar el uso con fines lucrativos del espacio público como debería, es en sus propias palabras, un contrato con el sector de la hostelería». Lamentó que el texto «ha sido ocultado» a los grupos de la oposición.

Una opinión compartida por el edil de Somos Ignacio Fernández del Páramo porque «desde mayo llevan impidiendo que accedamos al expediente». Cristina Coto, líder de Vox, apuntó que «nuestra posición ha sido siempre encontrar el equilibrio entre las partes».