El Ayuntamiento de Oviedo apoyará las torres de San Lázaro si cumplen la normativa urbanística

Quien habla así es la concejala de Infraestructuras, Ana Rivas, para quien «habrá que ver cuál es el proyecto, pero a nosotros nos parece bien que se empiece a tomar una iniciativa para resolver la situación de esa parcela, la zona lleva abandonada desde que desapareció el instituto. Es estupenda porque esa zona queda por desarrollar y los vecinos llevan años esperando que se hagan esas actuaciones». San Lázaro, apunta, es un barrio que «necesita dotaciones, tanto públicas como privadas». En cuanto al plan, la edil aguarda un cambio: «Me imagino que lo adaptarán porque en aquel momento (en 2008) no cumplía la normativa urbanística».

En efecto, según explican fuentes municipales, llevarlo del papel a la realidad será un proceso administrativo complejo. De acuerdo con el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) vigente, la parcela del instituto está clasificada como «equipamiento educativo». «Para destinarla a aprovechamientos lucrativos», como sería el caso, sería necesaria «la aprobación de un plan especial» en el que estarían implicadas tres partes: el Ayuntamiento, el Principado y los promotores del relanzamiento del proyecto, un grupo de inversores de Oviedo.

El plan de Mangado traza dos torres de 15 y 22 plantas, con bajos comerciales y oficinas, gimnasios y piscinas en la parte superior y hasta seis niveles de aparcamiento subterráneo. También, en palabras del arquitecto, libera «el máximo de espacio público, para zonas verdes».

Pero el PGOU establece algunas restricciones más: «La volumetría será la propia de las manzanas circundantes, con una altura máxima de seis plantas, quedando como cesión de suelo público una superficie no inferior a 1.500 metros cuadrados». Dicha parte debería estar «en el costado oeste la parcela», sirviendo una parte para ampliar la carretera «y el resto una plaza abierta a la confluencia de las calles El Monticu y Armando Collar». Estas circunstancias, no obstante, se podrían salvar mediante una modificación parcial del PGOU.

Mientras se construye y no, según las mismas fuentes municipales, «el Ayuntamiento confía» en que la propiedad «consienta que el terreno lo usen los vecinos, que no esté la parcela abandonada».

Los residentes de San Lázaro aplauden la resurrección del proyecto, y recordaron su compromiso con el barrio. «Me parece bien que se retome, y que cuenten con lo que nos prometieron, que se dejarían locales para un centro social, para actividades para el barrio», comentó la vicepresidenta de la Asociación de Vecinos de San Lázaro-Otero, Araceli González. Es un proyecto que acogen con «ilusión» y mientras tanto «a ver si lo limpian, porque está hecho una mierda, lleno de ratas. Que pongan un aparcamiento o unos bancos.

La oposición también está a favor de las torres, pero cada uno arrima el ascua a su sardina. El edil popular Gerardo Antuña afirma que «tiene mucho mérito que haya empresas que proponen proyectos pese a un tripartito que se dedica a poner palos en las ruedas. Nos tememos que este proyecto tendrá complicado su desarrollo debido a la situación de caos en el área de Licencias», que resolverá «el próximo gobierno».

«Celebramos la noticia de que haya inversores interesados y esperamos la concreción de esos planes», declara el portavoz de Ciudadanos, Luis Pacho. Eso sí, recuerda que, como pidió hace unas semanas, «el equipo de gobierno tienen en sus manos pedir a los propietarios que acondicionen de manera provisional un 'parking'».