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La avenida de Santander, uno de los puntos de más tráfico en Oviedo. A. PIÑA
Urbanismo actualiza el mapa de ruidos por zonas para revisar las ordenanzas

Urbanismo actualiza el mapa de ruidos por zonas para revisar las ordenanzas

La concejalía pretende detectar con mayor precisión los posibles focos de emisiones y actuar con planes específicos

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

OVIEDO.

Lunes, 7 de septiembre 2020, 00:57

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La Concejalía de Urbanismo pretende usar la zonificación del mapa de ruido, encargada al Centro de Estudio y Control del Ruido, para la revisión de algunas ordenanzas y regulaciones municipales. La idea es detectar con la mayor precisión posible los focos emisores y poder actuar en consecuencia, diseñando planes específicos, explica el concejal del ramo, Nacho Cuesta, pero también aprovechar los datos para adaptar la normativa municipal por barrios o zonas. Si una vía tiene una alta concentración de negocios y estos suponen un problema de ruido, la normativa municipal podría adaptarse para fijar restricciones específicas para esa calle. «Uno de los empeños de esta concejalía a lo largo del mandato será mejorar la salud medioambiental de nuestra ciudad, ganando espacios verdes, fomentando el uso de transportes alternativos y desarrollando planes contra otro tipo de contaminación más olvidada, como es la acústica», señala Cuesta.

«En unos meses tendremos el plan de zonificación acústica, que nos servirá para determinar en qué zonas es necesario actuar de manera urgente y con planes específicos para poner en marcha nuestro pretendido plan de acción contra el ruido», añade. Permitirá también medir el impacto que algunas peatonalizaciones provisionales por la pandemia han tenido en el ruido de su entorno, en una ciudad en la que el tráfico es el principal foco emisor y problema ambiental.

El trabajo permitirá «establecer límites acústicos para cada zona», que podrán ser distintos y más restrictivos en barrios eminentemente residenciales o algo más tolerantes en entornos industriales, y también «trasladar esas conclusiones y zonificaciones a las ordenanzas actualmente en revisión», señala Cuesta.

El documento sobre el que trabaja la concejalía es el vigente mapa estratégico de ruido, actualizado en 2017 por la misma empresa especializada. El estudio reveló la eficacia de algunas medidas adoptadas en los últimos años. Las limitaciones de velocidad en la entrada a Oviedo desde la 'Y' o en la Ronda Sur y su control mediante cinemómetros, pero también la realización de mejores estudios de tráfico, permitieron reducir de 60.000 a 20.000 los ovetenses que sufrían más de 65 decibelios en sus calles durante las horas nocturnas. El Bulevar de Santullano, Ventanielles, La Tenderina, El Milán y Guillén Lafuerza han visto reducirse los niveles de ruido que soportan a los 70 decibelios nocturnos y 75 diurnos, por encima de los 65, pero con una notable mejora respecto a los datos anteriores de 2013.

Sin embargo, sigue habiendo problemas en Pumarín, Vallobín, La Corredoria o el ensanche, que es una de las zonas que más tráfico soporta. En cuanto a centros educativos y hospitales que aún tienen ruidos por encima de la ley solamente quedan dos: el colegio Pablo Miaja y el centro de Hemodiálisis de Cruz Roja, ambos junto a la antigua N-634.

La zonificación permitirá, con nuevas campañas de control del tráfico, afinar más esos datos en una ciudad que está ciega en la materia. La red de aforadores implantada con la privatización del centro de control de tráfico fue destruida a base de planes de choque después, cuando las fresadoras levantaron el pavimento. Con cada nuevo reasfaltado se perdían los sensores que el Ayuntamiento había pagado para medir la circulación.

Es previsible, por ejemplo, que la zonificación detecte nuevos problemas en el entorno del Hospital Central o del nuevo enlace de la AS-II con La Corredoria, cuya apertura ha desplazado un importante número de circulaciones de vehículos pesados. Un dato que puede llevar a restringir el tráfico de camiones a determinadas horas o calles en las que, como General Elorza o avenida de Santander, casi uno de cada cinco circulaciones corresponde a un vehículo pesado, sea camión, autobús o furgón.

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