El Vasco encara su recta final con la apertura del gimnasio y los últimos locales de la zona de ocio

En ese sentido, ya solo faltaría por estrenar el nuevo Tierra Astur de 1.500 metros cuadrados -que le ha costado a César Suárez Junco seis millones de euros y dará empleo a unas cien personas-, que entrará en funcionamiento antes de verano; el bazar dedicado al hogar de L&F; un espacio de cerca de 2.500 metros cuadrados que acogerá oficinas, entre otras cosas; el hotel, cuyas obras avanzan con viento favorable y ya se han levantado casi cinco plantas de la estructura; y las dos torres previstas para acoger la residencia y otros usos sociosanitarios, que «arrancarán de manera inminente».

Así lo explicó ayer uno de los promotores de la iniciativa que ha rescatado El Vasco de las cenizas del fracaso de Jovellanos XXI, José Manuel Ferreira. «Ya nos queda muy poco. Después de abrir el Mercadona, las oficinas de Aqualia, el MadLab y los primeros locales de hostelería, faltan muy pocas piezas por encajar», celebró. Su valoración, hasta ahora, «enormemente positiva», admitió. «Aunque la pandemia ralentizó los planes, Oviedo ya se ha dado cuenta y ha comenzado a ver la envergadura de esta actuación urbanística».

Esto, continuó, amén de por los espacios públicos 'regalados' a la capital asturiana en sus inmediaciones -como la calle de Los Aparejadores o la plaza de la Poesía-, «porque refuerza la imagen de orgullo de la ciudad, ofrece servicios exclusivos a nivel nacional y de una gran calidad». «Con El Vasco, Oviedo gana un gran valor, da un paso de gigante en su oferta de servicios, que ya era buena de por sí; hace mucho tiempo que no pasaba algo tan importante en Oviedo», recalcó.

En definitiva, el Gran Bulevar «genera un nuevo espacio de centralidad con gran potencial metropolitano y cosmopolita: tienes la sensación de estar en Nueva York o en Londres», sostuvo Ferreira. Uno que se convertirá, a su juicio, «en un foco turístico de la ciudad»; máxime, «ahora que está más cerca que nunca la llegada del AVE», resolvió.

A ese respecto, el macrocentro deportivo de Supera levantó ayer la persiana, sumándose así a los otros dos espacios que la marca opera en Azcárraga y Otero. En palabras de su directora gerente, Elvira Pérez, durante una visita a las instalaciones con este diario, «se trata de un salto de calidad para la empresa, el centro más avanzado que operamos hasta el momento, si bien todos cumplen los máximos estándares, y es el más grande de Oviedo». Todo ello, «enmarcado en un espacio idílico como lo es El Vasco», explicó. Un gimnasio de gran formato que ha supuesto una inversión de siete millones de euros y que da empleo a medio centenar de trabajadores para su gestión diaria.

El nuevo Supera suma a la oferta deportiva de la ciudad de Oviedo un equipamiento dotado con un «spa de lujo urbano de 600 metros cuadrados» completamente equipado, todo tipo de salas para la práctica deportiva con «máquinas de última generación», un centro de fisioestética y un amplio plantel de monitores -grupales e individuales- que se encargan de ofrecer servicios personalizados. Además, sentenció la directora, «estará abierto las 24 horas del día».