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ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Martes, 24 de noviembre 2020, 01:03
Manuel Pedregal, Melquiades Álvarez o Fray Ceferino son algunas de las calles con mayor actividad comercial de todo el municipio. Algunos tratan de resistir el envite de la crisis económica con sello «esencial» en sus productos; otros, vendiendo cafés por ventanilla. Sin embargo, lo cierto es que «las cosas están mal», «al límite».
De explicarlo se encarga el dueño de La Competencia, con dos locales en la Ruta de los Vinos, Joaquín Trigueros. «Tengo a 100 trabajadores en el ERTE», lamenta. «El negocio peligra, claro que peligra, no tenemos ingresos y los gastos siguen corriendo», explica, para advertir a renglón seguido que «un tercer cierre sería totalmente inasumible». Si esto ocurre, matiza, «no pienso cerrar, porque estamos desesperados, si no nos abren, tendré que abrir yo», sentencia.
A su lado, el presidente de la calle, Edén Jiménez, rubrica el argumento y explica que si bien «estamos con más ganas que nunca de trabajar, de reinventarnos y de lo que haga falta», «nos tienen totalmente olvidados. No vemos la luz al final del túnel y la conclusión que sacamos es que los políticos son nuestro mayor virus», concluye el dueño del Secreto a Voces. «La Navidad está ahí, y vemos que la vamos a peder».
A unos pocos cientos de metros de allí se encuentra uno de los negocios con más solera del barrio, Opticalia Quesada. Desde allí, su propietario, Eduardo Quesada, estos días en servicios «esenciales», reitera la «necesidad» de que el comercio minorista abra sus puertas de nuevo. «No es una fuente de contagios, por eso debe levantar la persiana cuanto antes, porque sin ellos no hay vida en la calle».
Súplicas atendidas. El Principado permitió ayer la apertura de las tiendas a partir de mañana. Aun así, Emilio Álvarez, desde Italia Piel, da «la temporada por perdida». «Los meses más importantes del año, con noviembre, con el 'black friday'...». Eso, señala, «por mucho que podamos abrir mañana o vender un poco, ya no se va a recuperar». Así, lo que más molesta a Álvarez es «ver la furgoneta de Amazon pasando de un lado a otro continuamente cuando yo he tenido que firmar una declaración responsable de que no iba a vender 'online'».
Los negocios abiertos también están tocados. Diego Chamorro, de Chamorro Barber Shop, expone que aun abiertos «se nota el bajón». «Un día normal hago 36 citas, ahora tengo suerte si llego a 15». Y con ellos, las inmobiliarias, como la que regenta Ángel Martín-Caro, quién anticipa que el «sector está muy estropeado, en horas bajas», y que «si los precios siguen bajando no sé a dónde vamos a llegar». Por otro lado, augura que el «problema de los alquileres» no se va a arreglar a golpe de bajar los precios, sino «negociando cada parte y estableciendo estrategias a largo plazo, para que el sector no se caiga».
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