«Quien venía con 5 euros tuvo que bajarse; no damos cambio»
El fin de la gratuidad coge por sorpresa a algunos viajeros de TUA, que deben abonar justo el precio del billete como medida de prevención
ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Sábado, 16 de mayo 2020, 00:44
«No sabía que volvían a cobrar». Toñi Martínez se enteró ayer al mediodía de la obligatoriedad de abonar de nuevo 1,2 euros por viaje en los autobuses de TUA, cuando se subió a uno de la línea H en la parada de la calle Serrano. «Tengo cinco euros y no dan cambio», lamentó. Al final, logró canjear el billete por monedas y desplazarse en el servicio.
La gratuidad, instaurada el 17 de marzo para evitar un contacto directo entre los pasajeros y conductores, se acabó el jueves por la noche. Desde ayer vuelven a funcionar los abonos y se puede pagar el título individual en el momento del embarque.
A muchos la medida les pilló por sorpresa. Cuando llegaron a la parada vieron que los autobuses volvían a abrir sus puertas delanteras para el acceso, y que había que 'pasar por caja': «Alguno vino con cinco euros y se volvió a bajar porque nosotros ahora no damos cambio», relató el chófer José Antonio Fernández, quien notó menos afluencia de viajeros: «Hay alguna gente que ha dejado de usar el servicio porque ya no es gratuito».
Para evitar el contacto directo, se ha instalado una mampara de plástico cerca del volante y todos los autobuses tienen gel hidroalcohólico: «Yo, por ejemplo, empujo las monedas con un papel y a bordo sigue siendo obligatorio el uso de la mascarilla».
Otra de las normas a cumplir es que los pasajeros no se pueden sentar en la primera fila, para así evitar un contacto directo con el conductor. Se han colocado carteles en los respaldos para informar de esta medida.
Reactivación de los abonos
La mayor parte de los usuarios, según el conductor Marcelino Coglar, prefirieron adquirir el billete en el bus. «La mayoría trae la cantidad justa y hay quien da dos euros y los deja», añadió. Otros, como Encarnita Fierro, usaron su abono mensual, adquirido días antes de la declaración del estado de alarma. «Lo recargué diez jornadas antes de que el servicio fuese declarado gratuito y ahora disfrutaré de los otros veinte días», comentó.
Alejandro Lastra, por su parte, comprará «una tarjeta» para evitar estar pendiente de tener el dinero justo en el bolsillo. «A una señora le tuvieron que pagar el billete en Trubia, donde vivo, porque no llevaba la cantidad exacta para acceder al autocar»
La zona azul también volvió ayer a entrar en funcionamiento tras el mismo parón durante casi dos meses.