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ALBERTO ARCE
OVIEDO.
Lunes, 6 de agosto 2018, 02:28
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El 27 de diciembre, la borrasca 'Bruno' hizo estragos en Oviedo. Además de los daños provocados en la Catedral, uno de los peores parados por el ímpetu del temporal fue El Escorialín, la Oficina Municipal de Turismo, que sufrió en primera persona la caída de un árbol.
A finales del pasado mayo, el reacondicionamiento del espacio ya estaba completamente terminado, un gasto cercano a los 11.000 euros que el Consistorio pasaría al seguro. Sin embargo, en estos momentos sus puertas continúan cerradas al público, a la espera de que «el Principado saque las convocatorias de escuelas taller y planes de empleo», argumenta Rubén Rosón, concejal de Economía y Empleo en declaraciones a este periódico.
«Sin El Escorialín, en Oviedo no hay una oficina de turismo de competencia municipal, ya que la que está en la plaza del Ayuntamiento depende del Gobierno del Principado y no de los ovetenses», explica David Estévez, guía turístico privado.
El edificio, que data del 1958 y que fue bautizado así por la lentitud de su construcción, funcionó como oficina municipal de turismo auxiliar -desde la firma de un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Principado hace ya varias décadas que cedía el uso de la oficina de la plaza de la Constitución al Gobierno autonómico- hasta el pasado 30 de noviembre, un mes antes de que un tronco lo destrozase.
El plazo previsto de reapertura ya ha pasado de largo. En un primer momento, las autoridades municipales confirmaron que para el mes de junio ya habría cuatro trabajadores en prácticas abriendo la oficina de manera ininterrumpida, y no «solo en períodos concretos, sin atención continuada», afirmaba Rosón.
El cierre forzoso de El Escorialín ha afectado de distintas formas a la ciudad. «El Centro de Información Turística del Principado de Asturias está recibiendo una afluencia de gente muchísimo mayor, pero también se ha notado mucho en la jornada de puertas abierta de la Junta General del Principado», añadía Estévez.
Para David González Codón, responsable de la junta local de la Asociación de Hostelería y Turismo de Asturias en Oviedo (Otea), el hecho de que solo haya en estos momentos un punto de información funcionando plenamente «no es un problema», pues, para el hostelero, «una oficina es suficiente para prestar servicio dada la programación tan escasa, fuera de plazo e ineficaz, del verano en Oviedo». El responsable de Otea en Oviedo afirma rotundamente que la no reapertura en tiempo y forma de El Escorialín «es solo una muestra más del poco interés que existe desde la Corporación municipal hacia el sector de la hostelería y el turismo».
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