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Detrás de cada uno de los doscientos alumnos del Colegio de Educación Especial de Latores hay unas familias que «gastamos nuestras energías en ... luchar por nuestros hijos». Que, como expuso ayer Marta Vega, la madre de Ainhoa, una alumna con síndrome de Rett, «no escogí una niña con necesidades especiales» pero que tiene claro, como no podía ser de otra manera, que estos niños «merecen lo mejor». En su caso reside en Avilés y ya luchó «durante un año contra la Consejería de Educación» para que su hija pueden matricularse en el centro ovetense – «algo que no era un capricho», sino que buscaba su bienestar–; y ahora, además de la lucha diaria, se une al resto de familias que reclaman al Gobierno asturiano la reparación de las deficiencias en el actual centro y urgen la construcción del nuevo en Montecerrao. «La vida nuestra ya es bastante complicada como para que nos la compliquen ustedes», reprochó ante las actuales deficiencias y necesidades.
Casi un centenar de personas, entre ellas Marta Vega, se movilizaron hoy ante la Junta General y cortaron la calle Fruela durante media hora, con pancartas y megáfonos en manos. «Con más fuerza si cabe que la vez anterior«, explicó el presidente de la Ampa de Latores, José Manuel de la Grana, para exigir estas actuaciones y advertir de que hasta que se cumplan «vamos seguir cada vez con más fuerza». Han comenzado una recogida de firmas y ya tienen prevista una nueva concentración para el próximo 2 de abril, coincidiendo con el Pleno de la Junta y con el Día Mundial de Concienciación del Autismo.
Según expuso, el centro de Latores «no cumple escrupulosamente con la normativa». Entre las deficiencias, una rampa con las obras paralizadas que muestra que «esto está dejado de la mano de Dios». Hasta ahora, añadió Luis Miguel Muñoz, los arreglos «se ha ido dilatando», en parte «porque la Consejería de Educación y el Ayuntamiento ha estado decidiendo quién era el responsable». Otros los han tenido que pagar hasta los propios padres de su bolsillo, como los de 12.000 euros para las obras en la piscina. También llevan esperando desde 2018 por el nuevo equipamiento. El pasado verano, la Consejería de Educación presentó el proyecto, valorado en 22 millones de euros, y lanzó el compromiso de iniciar las obras a finales de 2024. Ahora ha dicho que saldrán a litación de manera inminente. «Pero por una y otra razón siempre se dilatan»., indicó Muñoz. Un proyecto que además quieren mejorar, ya que echan de menos la piscina «que quieren sustituir por un tanque» y el invernadero. «Señor Barbón, dese un paseo por el colegio de Latores, que lo único bonito que van a ver son 200 niños que luchan contra la enfermedad y que si no fuera por los profesores...», concluyó Vega.
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