Los Carmona; Antonio, Juan José y Josemi, han vuelto a la carga tras catorce años desde que anunciasen su ruptura definitiva. No lo era tanto, 'De Akí a Ketama', su histórico álbum, ha sido remasterizado en Abbey Road y sonará en la renovada plaza de los Ferroviarios esta noche, a partir de las 21 horas.
-Catorce años dan tiempo para pensar y reinventarse, ¿Ketama es ahora más Ketama que nunca?
-¡Nunca hemos dejado de serlo! Ketama es la suma de tres músicos que tenemos una manera conjunta de entender la música y de vivir el escenario... Con mucha intensidad y alegría; luego, aunque cada uno tenemos nuestro camino personal, nunca dejamos de ser Ketama.
-¿Cómo afrontan su concierto en Oviedo?
-Con mucha ilusión y compromiso, además de alegría. El concierto de Ketama es una fiesta que se disfruta desde el escenario y desde el público, y con una banda que suena a gloria bendita.
-¿Esta es una parada más en la gira de regreso o Asturias tiene algo especial también para la gente del sur?
-Cada parada de la gira es especial. Ir a Asturias por supuesto que es especial, sus gentes siempre nos han recibido con los brazos abiertos y vamos a darlo todo.
-'No estamos locos', ¿o sí?
-En la vida siempre hay que tener un punto de locura...pero a la hora de trabajar, de hacer música y de presentarnos en una ciudad como Oviedo, hay compromiso, trabajo y responsabilidad. La música es muy exigente.
-Vuelven con 'De Akí a Ketama', el disco que les catapultó al estrellato, ¿es una apuesta segura para el público más clásico, pero una más arriesgada para la gente joven al mismo tiempo?
-La verdad, es que cuando escuchamos este disco nos sigue pareciendo muy actual y nos hace ilusión que se sumen nuevos ketameros.
-¿La relación es buena?
-Nosotros somos familia, llevamos Ketama juntos, tenemos buena relación y nos queremos mucho.
-Son los padres del flamenco fusión, ¿quién ha recogido el testigo?
-Pues no sabríamos decirlo ... La música es un idioma, una forma de pensar, de vivir y de respetarse. Así la entendemos nosotros, más que por el lado de quién recoge el testigo.
-¿El flamenco sigue en el mapa?
-Por supuesto que está en el mapa. Siempre lo ha estado y creemos que siempre lo estará. Es una forma de vivir y de sentir, y la forma de expresión de un pueblo. Contamos y cantamos nuestras alegrías y penas con esta música.
-Han pasado de empezar ensayando en un gallinero a llenar estadios, ¿cómo sienta eso?
-Sienta muy bien, porque es señal de que estamos vivos y de que nos están pasando cosas bonitas. El principio fue una época muy bonita y necesaria.
-¿Qué le piden al público ovetense?
-Esperamos que Oviedo venga con ganas de pasarlo bien y con los corazones abiertos.
-¿Aún les queda para la jubilación?
-¡Seguiremos tocando mientras vivamos!
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