Borrar
alegó en el juicio que cogió la droga como un trofeo

Cuatro años de cárcel para un guardia civil que se quedó con droga incautada

Unos 34 gramos de cocaína requisada en una operación de la que era agente como parte del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga

EUROPA PRESS | VA

Miércoles, 11 de enero 2006, 01:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La sección quinta de la Audiencia de Valencia ha condenado a cuatro años y medio de prisión a un guardia civil destinado en la Comandancia de Valencia, adscrito al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga, porque se quedó con 33,7 gramos de cocaína procedente de una operación en la que había participado como miembro de esta unidad, en la que llevaba trabajando cerca de un mes. El acusado alegó en el juicio que cogió la droga como un trofeo.

La sala considera que Diego José L.R., de 32 años, cometió un delito contra la salud pública en grado de tentativa porque trató de quedarse con la droga para traficar con ella, aunque no logró culminar la posesión al ser descubierto por un compañero. El tribunal también le impone una inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio relacionado con los cuerpos policiales y de seguridad durante el tiempo que dure la condena, y una multa de 1.361 euros.

La sala considera probado que el acusado había intervenido profesionalmente en una operación denominada 'Camaleony', que terminó con la aprehensión de un alijo de 760 gramos de cocaína el 30 de abril de 2004. La droga estaba distribuida en dos paquetes y custodiada en la caja fuerte del despacho del teniente jefe de la unidad.

Relato de los hechos

Antes de las 7.00 horas del 3 de mayo de 2004, fuera de su horario de trabajo, el acusado entró en el despacho de su superior, tomó de un cajón la llave y abrió la caja fuerte que custodiaba la droga. El agente rasgó el paquete y con una cucharilla de café sacó 33,7 gramos de droga. Mientras realizaba esta operación, se le cayó por el suelo parte de la sustancia, momento en el que fue sorprendido por un compañero que ese día había entrado antes y que le afeó su conducta.

El acusado se dirigió entonces a las letrinas y tiró por el agujero parte de la droga, que pudo ser recogida por otros agentes y guardó la que llevaba encima en su taquilla para devolverla "tan pronto como se pudiera volver a introducir en el despacho" del teniente. No obstante, no lo consiguió porque le detuvieron.

Para la sala, los hechos han quedado acreditados por las pruebas testificales de compañeros del acusado y por su propia declaración, ya que reconoció que entró en la oficina y manipuló el paquete para quedarse la droga como "trofeo", una versión que califica de "absolutamente increíble" porque en este caso el objeto del delito "no es un trofeo, ni amuleto, ni un objeto hermoso para su contemplación".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios