Un final con mucha nieve

Tras vivir un último fin de semana festivo, repleto de actividades y todavía con grandes espesores de nieve en la mayor parte de las pistas, son muchas las estaciones que ya han despedido la temporada de esquí. Una campaña que, en términos generales, ha reunido a un buen número de amantes de los deportes invernales llegando a lograr varios récords de afluencia- en todos los centros de la Península Ibérica.

Es el caso de los complejos situados en los Pirineos, con un claro protagonismo para el Grupo FGC. Sus estaciones han vivido una semana de despedida con precios promocionales y hasta sus pistas se han acercado muchos deportistas con ganas de disfrutar los últimos días en Espot, Port Ainé, La Molina y Vallter 2000.

Algunas de ellas pueden presumir de hacerlo con unas condiciones realmente excelentes. Y es que en las cotas más altas acumulaban más de un metro y medio de nieve. Condiciones que incluso mejora Baqueira Beret, que ya amplió la temporada durante una semana y para las últimas jornadas presentó espesores de hasta 270 centímetros.

Números espectaculares que no han impedido aplazar el cierre en los centros catalanes. Por ahora, el único que permanecerá disponible es Masella, que ya ha anunciado su intención de mantenerse abierta durante todo el mes de abril, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.

Récord en Béjar

Otro de los que dice adiós a la temporada es Sierra de Béjar-La Covatilla. Lo hizo el viernes tras vivir una complicada temporada, la primera bajo gestión municipal, pero con unos números realmente buenos. En espera de datos definitivos, se ha realizado una primera estimación de 48.000 esquiadores, que superaría holgadamente la cifra de 36.000 visitantes durante el pasado año. También lo haría con la de 2013, que acabó la temporada algo por encima de los 30.000 usuarios.

El cierre de la estación salmantina, que estaba previsto para el primer fin de semana del mes de mayo concretamente el día 3- se ha adelantado tres semanas debido a la escasez de nieve, el mal tiempo, las lluvias y la subida de temperaturas.

Con casi 190 kilómetros de superficie esquiable y un buen número de actividades lúdicas para que los más pequeños pudieran divertirse, se despidió Grandvalira, el dominio más grande del sur de Europa, tras disfrutar de una temporada mágica en la que la excelente nieve ha sido una constante. Ahora, toca pensar en la próxima campaña.