«El góspel es un género entrelazado con la lucha contra la opresión»
La cantante norteamericana llega a la Semana Negra de Gijón con su nuevo trabajo, 'Jettlager', en el que mezcla el soul de su ciudad natal con el rock sureño
KAY LEVIN
Viernes, 5 de julio 2019, 12:17
Nacida como Sharon Smith, la vocalista adoptó Bette como nombre artístico. El góspel lo mamó de pequeña en Brooklyn, en el seno de su familia adventista y cantando en el coro eclesiástico. Será la única artista internacional que actúe en la Semana Negra de Gijón, donde presentará su trabajo 'Jettlager'.
-¿De dónde sacó la inspiración para este álbum?
-Este disco es una fusión especial, una mezcla de música soul con rock sureño. El resultado final es una maravillosa mezcla que nos encanta poder compartir con el público e interpretar alrededor del mundo. Respecto a la inspiración, inicialmente estaba abierta a explorar diferentes estilos, solo quería llevar el álbum tan lejos como fuera posible de modo natural, y estoy satisfecha por cómo ha salido.
-Lo grabó entre pantanos, en Mississippi, ¿por qué de esta manera?
-Un amigo en común me habló de las áreas autóctonas del Mississippi profundo y del fundador de la banda Squirrel Nut Zippers, Jimbo Mathus. Nos encontramos en Brooklyn, de donde yo soy, y tomando un café me instó repetidamente a bajar a Mississippi para grabar una demo, en uno de sus estudios favoritos. La experiencia fue mágica. En el estudio todos nos llevamos realmente bien, los conocidos y los nuevos, y surgió una increíble química desde el primer instante. El lanzamiento de 'Jetlagger', que salió de esas primeras sesiones, es la prueba fehaciente.
-Usted es de Brooklyn pero añade un toque sureño, ¿dónde sitúa la esencia de su música?
-La esencia de mi música proviene de una profunda pasión emocional, que normalmente se genera de manera orgánica en el momento en el que actúo con buenos músicos experimentados en tocar en vivo, ya sea en concierto o en estudio.
-La crítica la ha comparado con las grandes del soul y hasta Ray Charles la alabó.
-Fue un gran honor cuando Ray Charles se fijó en mí y me expresó su interés en realizar alguna colaboración. Nos encontramos por primera vez en la casa de mi instructor de canto en Los Ángeles. Le pasé un disco con algunas de las canciones que había grabado y me invitó a su estudio, donde comenzamos a planear un trabajo juntos. Pero, desafortunadamente, su salud cambió para peor drásticamente y finalmente no pudo ser. Siempre apreciaré su bonito gesto y la confianza que depositó en mí, me ayudó a inculcarme cierta autoestima que necesitaba para mi incipiente carrera en la música.
-¿En qué cantantes se fijaba durante sus inicios?
-Para mí, cuando era pequeña, Mahalia Jackson era la referencia. Y después me enamoré de Aretha Franklin, de Tina Turner, y, por supuesto, de Janis Joplin y Whitney Houston.
-El góspel es todavía algo exótico en España, ¿cómo lo recibe la audiencia aquí?
-El góspel es algo que lleva en mi sangre desde hace generaciones, desde las primeras experiencias de mis ancestros en América. Está entrelazado con la lucha contra la opresión, pero también con un sentimiento constante de fe y alegría, que es el núcleo del góspel. No hay duda de que cualquier género musical cantado e interpretado sinceramente y de forma genuina puede tocar el corazón de la gente, en cualquier lugar del mundo.
-Su versión de 'I found love' es una de las más apreciadas por sus seguidores por la alegría que desprende.
-Las buenas vibraciones son el corazón de mi música, es esencial, y lo que siempre trato de expresar. Ya sea una canción feliz o triste, pues ambos tipos son importantes, trato de crear una energía sincera y constructiva, que pueda inspirar a la gente y hacerla disfrutar, con públicos de todo tipo de creencias y procedencias.