Noreña revive su pasión por el Ecce Homo

Noreña celebra su tradicional fiesta del Ecce Homo o de la exaltación de la Cruz. Numerosos vecinos se acercarán a la villa para disfrutar de las diversas actividades que se llevan a cabo durante estos días en la localidad. El día grande es el domingo, día en el que tiene lugar, a las doce del mediodía, la popular procesión del Ecce-Homo hasta la capilla de la Soledad, a la que sigue una romería y el baile del caldu. Aunque el gran día sea el domingo, los festejos comenzarán hoy a las 21.30 horas con el pregón y la coronación de las reinas de las fiestas, a la que seguirán a las 23 horas las actuaciones de Vaudí y Nuevecondiez. Mañana continuará el programa desde las nueve horas con la XXVII concentración de bicis de montaña y, una hora más tarde, se celebrará la alborada a la que seguirán numerosas actividades deportivas. Por la tarde, a las 19 horas, tendrá lugar el pasacalles 'Época años 20'. Más tarde, a las 21 horas, la actuación de los alumnos de la academia de baile Swing en la plaza de la Cruz y a las 22.30 horas, se celebrará la primera gran verbena a cargo de La Órbita y Mandrágora.

Los vecinos de Noreña esperan con ganas el domingo. La fiesta comenzará a las 10 horas, con la diana floreada y la alborada de morteros. A las 11.30, la banda de gaitas de Noreña acompañará a las autoridades desde el Ayuntamiento hasta la iglesia parroquial de Santa María de Noreña. A mediodía llegará el momento más esperado de las fiestas. Los cofrades llevan meses preparándose para la procesión y es todo un honor conseguir ser el portador de la imagen por las calles del pueblo. Con la emoción aún a flor de piel continuarán las fiestas con un partido de fútbol y actuaciones musicales. De noche, se volverán a reunir para bailar en la segunda gran verbena con la orquesta Waykas Family. Las celebraciones continuarán hasta el próximo sábado 21 con múltiples actividades todos los días, para que Noreña exprima al máximo sus fiestas más emblemáticas, las mismas por las que lleva todo el año esperando impacientemente.