'Seraphine', a debate en el ciclo de cine de Avilés 'La mujer en el arte'

La tercera proyección del ciclo de cine 'La mujer en el arte', organizado por la concejalía de Igualdad de Avilés, se consagra a la trágica vida de la pintora Seraphine Louis, con la exhibición de 'Seraphine'. Será este jueves, 29 de octubre, a las 18 horas en la Casa de Cultura.

El objetivo de este ciclo, con un enfoque didáctico, es poner de relieve el papel desempeñado por las mujeres en la historia del arte, en la creación o detrás de ella, y cómo este ha sido recogido, tratado, difundido u ocultado. A cada una de las sesiones anteriores, con el visionado de 'Juana la Loca' y 'Ephie Gray', asistieron más de 70 espectadores.

Antes de comenzar, la historiadora del Arte Patricia Pérez (directora de la empresa cultural avilesina 'Cuéntame un cuadro', que pone en marcha el ciclo) contextualizará la película y el personaje en el momento histórico y artístico que muestra. Y al finalizar la misma, se propiciará un debate entre el público asistente sobre la artista y la cinta.

La proyección es gratuita. En cumplimiento de las medidas de salud y seguridad por la covid-19 se hace necesario establecer un protocolo para el perfecto desarrollo de la actividad. De esta forma, la inscripción, ya abierta, se deberá realizar a través del teléfono 985 527 546 o la dirección de correo electrónico igualdad@aviles.es.

Es imprescindible que todas las personas interesadas indiquen sus datos personales (nombre y apellidos, DNI y teléfono), mediante una ficha de autorización de la Ley de Protección de Datos que se entregará en el momento de la proyección. Será obligatorio el uso de mascarilla y se mantendrá siempre la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros. Asimismo, se recomienda estar aproximadamente un cuarto de hora antes del inicio de la proyección.

La próxima proyección será el día 19 de noviembre a las 18 horas y la cinta protagonista será 'Pollock: la vida de un creador', de Ed Harris.

'Seraphine' narra la vida de la pintora Seraphine Louis, nacida en el seno de una familia pobre, huérfana de madre con un año de edad, y de padre, con seis, que fue pastora, sirvienta en un convento de monjas y criada en las casas de la burguesía, y desarrolló a escondidas y de forma autodidacta, su extraordinario talento para la pintura, con un estilo muy personal.

La tragedia la persiguió toda su vida, para finalizar sus días abandonada en un psiquiátrico, en la Francia ocupada por los nazis, enterrada en una fosa común. Nunca logró subirse al tren del éxito, pese a haberse cruzado en su camino el marchante descubridor de Picasso o Matisse. De las más de 200 obras que pintó solo se conservan 70.