Podemos estudia ceder votos al PP para forzar a Javier Fernández a «negociar con seriedad»

La multiplicidad de fuerzas parlamentarias en la Junta General del Principado y los nuevos modos con los que desempeñan su actuación política prometen dar momentos muy interesantes en la legislatura que ahora comienza. Cuando buena parte de los actores implicados en el proceso de investidura del nuevo presidente o presidenta del Gobierno regional ya comienzan a dar por hecho que el apoyo de IU al PSOE (referéndum de la militancia de la coalición mediante) garantiza el triunfo del socialista Javier Fernández, la dirección de Podemos aún no lo da todo por decidido.

Porque en Podemos no gustó que Javier Fernández sólo se reuniese con ellos en una tensa y corta ocasión en el mes y medio que pasó entre el día de las elecciones y el del fallido pleno de investidura. Porque Podemos se tomó como un feo gesto la negativa por la vía de los hechos de Fernández a reunirse con la Asamblea de Trabajadores en Lucha y su reunión inmediata con UGT y CC OO a lo que estiman que fue una descortés respuesta. Y, sobre todo, porque en Podemos se considera que la respuesta dada por Javier Fernández tras la segunda reunión de la segunda tanda de encuentros demuestra una nula voluntad de llegar a acuerdos, toda vez que el aún presidente en funciones y la delegación de la Federación Socialista Asturiana hicieron ver que lo urgente era la investidura y que el documento programático presentado por la formación morada era «demasiado extenso» y que no hay tiempo para negociarlo ahora.

Así las cosas, Podemos no está dispuesto a dejar las cosas pasar sin más, y ayer, fuentes cercanas a la dirección del partido indicaron que «todas las posibilidades siguen abiertas, aunque por el momento no existen motivos para favorecer a ninguno de los dos candidatos» a la Presidencia del Principado, el socialista Javier Fernández y la popular Mercedes Fernández.

«No es la primera sorpresa»

Lo de que todas las posibilidades siguen abiertas lo dice Podemos con un matiz que habitualmente los grupos parlamentarios no tienen en cuenta. De hecho, durante el proceso de negociación que se ha venido desarrollando desde las elecciones de mayo pasado, todos los actores han pensado en los partidos como bloques cerrados de votos. Así, el PSOE, con sus 14 diputados, llegaría a los 19 al sumar los cinco de IU, si este fin de semana su militancia aprueba apoyar al PSOE sin un pacto de legislatura.

Eso le garantizaría la elección en mayoría relativa frente a Mercedes Fernández, que cuenta con once votos propios y los tres de Foro, mientras que Ciudadanos ya ha anunciado su abstención, al igual que Podemos.

Pero es aquí donde entra en juego la posibilidad, avanzada ayer por las fuentes consultadas en Podemos, de utilizar con una finalidad política «la aritmética electoral, ya que el grupo parlamentario de Podemos podría hacer un uso discrecional de parte de sus nueve votos, para facilitar una negociación que garantice un acuerdo de investidura serio, que acometa con garantías un cambio de políticas en Asturias. Al fin y al cabo, no es la primera vez que se produce una sorpresa en una sesión de investidura».

¿Cómo se sustanciaría esto? Podemos estudia apoyar con cinco de sus nueve votos a Mercedes Fernández, no por un acuerdo sobre sus políticas, sino porque la peculiar Ley del Presidente vigente en el Principado impide votar en contra de los candidatos, ya que obliga a apoyar a uno o a abstenerse. De esta forma, con cinco de los nueve votos de Podemos a favor de Mercedes Fernández, ésta empataría a 19 apoyos en el segundo pleno de investidura y esto obligaría a reiniciar casi desde cero las negociaciones. Y esta vez, según indicaron ayer fuentes de Podemos, Javier Fernández tendría que «negociar con seriedad». Incluso se recuerda en Podemos que Mercedes Fernández, que en campaña había afirmado que negociaría con cualquiera menos con la formación morada, sí que mostró últimamente interés en estudiar el documento de propuestas programáticas que el presidente en funciones calificó de demasiado extenso para negociarlo antes de la investidura. Ayer mismo, en la Semana Negra, Emilio León insistió en que su partido aún está esperando «la respuesta de Javier Fernández al documento presentado por Podemos Asturias».

Hay plazo para una nueva ronda de contactos entre los partidos, puesto que la ley determina que hasta el 16 de agosto próximo podrían extenderse dichas negociaciones para lograr un acuerdo que permita que uno de los dos candidatos que quedan en liza logre una mayoría suficiente. O absoluta, si se diera un pacto a tres bandas entre los partidos de la izquierda.

La mera posibilidad de que Podemos decida partir el sentido de su voto podría impulsar al PSOE a buscar nuevos apoyos, tanto para la investidura como para la legislatura, porque el «uso discrecional» de los nueve votos de Podemos se podría repetir ante cualquier iniciativa parlamentaria durante los cuatro años que, en principio, durará la décima legislatura de la Junta General. Esos apoyos también los podría recabar el PSOE de Ciudadanos, formación que ya ha avisado de que se abstendrá salvo que su voto sea preciso para evitar una nueva convocatoria electoral. Y el número dos de Ciudadanos, Ignacio Prendes, será el último en votar en los plenos de investidura que se puedan celebrar, de forma que sería Prendes quien podría romper el empate si se llegase a su turno de votación con un empate entre PP y PSOE. En cualquier sentido.