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Uno de los perfiles de Facebook que se usaron en la estafa.
El Supremo confirma la condena de cuatro años de cárcel por estafar 650.000 dólares haciéndose pasar por jeque

El Supremo confirma la condena de cuatro años de cárcel por estafar 650.000 dólares haciéndose pasar por jeque

Una doctora de Marbella envió el dinero entre un donativo que le dijeron que era para ayudar a sirios y para pagar diversas tasas falsas

álvaro frías / agencias

Lunes, 26 de diciembre 2016, 13:44

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El Tribunal Supremo ha ratificado la condena de cuatro años y medio de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Málaga a Wilson O. por estafa. El acusado hizo creer a una médico de Marbella que era el primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos bajo el nombre de Sheikh Mohammed bin Raschid Al Makhoun.

Sin embargo, todo era mentira. También el amor que decía sentir por ella, ya que el único objetivo que perseguía la organización que se escondía tras el falso perfil no era otro que el de estafar a la víctima, una doctora de Marbella. Al final, lo consiguieron. Concretamente 650.900 dólares.

La historia arrancó en marzo de 2014, cuando la mujer recibió la halagadora solicitud de amistad del falso jeque. Accedió a su petición de amistad y a partir de ese momento el procesado comenzó a mostrar un interés insistente en ella, llegando incluso a proponerle matrimonio, diciéndole que si aceptaba su vida cambiaría y que le compensaría dejar su trabajo.

La relación que había comenzado en Facebook continuó con vídeoconferencias a través de Skype, en las que empleando una manipulación informática se insertaba una imagen real del primer ministro y se escuchaba la voz del ciberdelincuente. De este modo, el falso jeque hablaba con ella de forma "coherente, natural, espontánea y perfectamente creíble".

Mensajes de amor para ganar confianza

La doctora recibía constantes mensajes de amor del falso jeque, con los que se pretendía vencer su "racional resistencia" y conseguir ganarse su confianza. La intención no era otra que obtener así dinero, empleando las más "insospechadas excusas" y la promesa de compensarla económicamente mediante una donación millonaria.

La víctima accedió finalmente a las pretensiones y, convencida de que su "enamorado interlocutor" era el primer ministro, hizo varias transferencias de 25.000 euros a diversas cuentas. Estas sumas le dijeron que irían destinadas a ayudar a sirios inocentes que morían en la guerra. Ante la desconfianza de la doctora, el falso jeque le aseguraba que si no los ayudaba él directamente era para evitar incidentes diplomáticos. Además, le prometió que, si ella adelantaba ese dinero, le compensaría con una donación de 1,5 millones de euros.

Después de las transferencias, el falso enamorado le pidió más dinero a la víctima. Ella accedió, entregándole 50.000 euros en metálico a uno de los dos condenados en este caso, con quien concertó una cita en Puerto Banús, en la que el procesado se hacía pasar por una persona de confianza del delegado de Siria.

Tasa antiterrorista

El supuesto primer ministro le dijo entonces que le iba a hacer a la doctora una donación de 2 millones de euros, pero que para recibirla tenía que pagar diversas tasas, llegando a transferir por estos conceptos 650.900 dólares a diversas cuentas. De hecho, se le llegó a pedir hasta 500.000 euros por una tasa antiterrorista que en teoría exigía la embajada de España.

La víctima no se dio cuenta de que estaba siendo estafada hasta el mes de junio, cuando contactó con la embajada española en Dubai pidiendo que le devolvieran las tasas. Tras ello se urdió un plan con la Policía con el que desenmascararon al principal acusado, que fue condenado por la Audiencia Provincial a cuatro años y medio de cárcel por estafa, sentencia que ahora ha ratificado el Supremo. También fue condenado el otro procesado a dos años de cárcel por blanqueo.

La mujer fue víctima de un caso de 'Romance Scam'. Así lo indicaron en su momento los magistrados Julio Ruiz Rico Ruiz Morón, Cristina Jariod Alonso y María Teresa Guerrero Mata, quienes explican que en esta modalidad delictiva los estafadores se muestran encantadores y tienen contactos cada vez más frecuentes con las víctimas, hasta que las conquistan. Tras ello, con la excusa de algún acontecimiento imprevisible, les piden ayuda económica.

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