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ana i. sánchez
Miércoles, 29 de marzo 2017, 20:00
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La sesión de control al Gobierno ha arrancado este miércoles con el duelo entre las dos más mujeres más mediáticas de Gobierno y la oposición, Soraya Sáenz de Santamaría e Irene Montero. La segunda preguntaba por la filtración de las escuchas al Rey Emérito y si el Gobierno está siendo chantajeado por el excomisario Villarejo. Y la primera ha respondido con una batería de duros golpes dialécticos que Montero, limitada a la intervención que traía preparada de casa, no ha sido capaz de devolver.
Así, la vicepresidenta no ha dudado en echar en cara a Montero las purgas internas que realiza su partido para apartar a todos aquellos que se salen de la línea oficial, ante la atenta mirada del retirado número dos del partido, Íñigo Errejón, que escuchaba desde su escaño.
«Critican a la Prensa y a la Justicia cuando no les dan la razón. Modos y modales que tenemos que aguantar por no pensar como ustedes. Y tienen los mismos modos y modales con otros miembros de su partido que no tienen la misma intensidad», le ha espetado para cerrar una feroz intervención.
Previamente, según informa ABC.es, Santamaría acusó a Montero de no tener criterio por cambiar sus posiciones sobre las escuchas al Rey Emérito de una semana a otra. «Hace diez días usted decía que esas escuchas las tomaba con distancia. No sé si tiene menos palabra o menos discurso», le afeó. E incluso la atacó por su juventud, recordándole que cuando se produjeron los hechos «usted estaba en primero de infantil y yo en primera de carrera».
Ha continuado la número dos del Ejecutivo con las faltas al orden de su grupo en los Plenos. «Si lo que quería su grupo es marcar estilo lo han conseguido», le ha reprochado en alusión a las salidas de tono el líder de partido, Pablo Iglesias, en el Pleno y al acoso del diputado Diego Cañamero la semana pasada al ministro de Justicia, Rafael Catalá. En consecuencia, ha reprochado a Montero el haber inaugurado el «pseudoparlamentarismo» en España.
Y no ha querido dejar de aludir a las últimas polémicas que ha protagonizado la formación, como su apoyo a los agresores a la Guardia Civil en Alsasua o su presunto acoso a la Prensa. «Ponen en cuestión todo lo que no pueden controlar», le ha reprochado
La portavoz de Podemos, visiblemente nerviosa, ha decidido no responder a ninguno de estos golpes y leer la intervención preparada. Su mayor contraataque ha sido realizar ocho preguntas a la vicepresidenta y finalizar advertiéndole que si no las responde hará cumplimiento del refrán español «quien calla otorga». Nada más.
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